Se comentan aquí las dos primeras temporadas de la serie (2010-2011)
De entre los últimos productos ofrecidos por televisión, destaca la producción británica creada por Julian Fellowes, Downton Abbey, el nombre de una gran mansión (en realidad se trata del castillo victoriano de Highclare, residencia de los Carnarvon, incluido el antepasado que financió la expedición de Howard Carter en Egipto y que dio lugar al famoso descubrimiento de la tumba de Tutankamón). Varias series se han filmado allí, si bien no completas, episodios sueltos, como la maravillosa Poirot, de la que ya nos ocuparemos, o secuencias de alguna película, como el que fuera el último trabajo de Stanley Kubrick, Eyes wide shut (1999).
El castillo de Highclare |
La reciente salud de las series es síntoma inequívoco del interés de un público que demanda productos de calidad, como antaño y sea cual sea el género preferido, hasta el punto de ocupar espacios antes exclusivamente destinados a los productos cinematográficos (que suelen ofrecer más de lo mismo, salvo alguna honrosa excepción, y salvo para el espectador poco formado o desconocedor de un cine anterior al año 90).
Julian Fellowes |
La fuente de Downton Abbey es, evidentemente, la ya mítica (y con razón) Arriba y Abajo (1971-1975), que a su vez propició un tipo de productos a la inglesa cuyos mejores logros fueron series tales como Yo, Claudio (1976), Retorno a Brideshead (1981) o La joya de la corona (1984); así como películas del estilo Regreso a Bountiful (Peter Masterson, 1985) o Lo que queda del día (James Ivory, 1993). Una influencia que incluso puede rastrearse en trabajos tan recientes como Misterios de Lisboa (2010) de Raúl Ruíz.
Por estructura, Downton Abbey no se construye a través de cuatro frases hechas ni gira en torno a un personaje estereotipado (tipos que cuanto más antipáticos son, más parecen agradar a un determinado público). Por el contrario se trata de una serie “coral”, en la que tienen representación, de un lado, los sirvientes, esto es, un mayordomo, el ama de llaves, un ayuda de cámara (o valet de chambre), la primera doncella, la cocinera y su ayudante, un par de lacayos y el resto de doncellas personales. Cuando se populariza el vehículo a motor, se incluye un chófer. Del otro lado, el matrimonio formado por los condes de Grantham, sus tres hijas y la condesa viuda, madre del cabeza de familia.
De impecable factura (con una obvia preeminencia por el plano corto en lo fílmico), la atención por el detalle, marca de fábrica, es rica e históricamente muy interesante: aspectos como que el té solo ha de ser servido por el anfitrión cuando este recibe visitas, el uso de la biblioteca o de un espacio tan fundamental como es la cocina (por ejemplo el orden en los entremeses, o el hecho de tener que vestir con chaqueta durante la cena), las recepciones (incluidos los actos benéficos), las monterías (ahora no se permiten con perros), la cesión del servicio (un grupo orgulloso de la familia a la que sirve, como lo era antes vestir determinado uniforme de un colegio), o la aparición en las casas de alcurnia del pasillo, invento que resolvió el problema de tener que toparse con los criados al atravesar una estancia. Hasta la banda sonora se construye primorosamente con citas de Ralph Vaughan Williams y John Barry.
El trasfondo social también queda bien delimitado; en tanto que los caballeros de verdad no trabajaban (labores militares aparte), lo cierto es que para los sirvientes, podía resultar traumático el dejar de ser útiles, o que alguien les privara de su labor. Del mismo modo que ostentar el poder conllevaba la enrome responsabilidad de saber usarlo, más la capacidad de ser magnánimo.
De este modo constatamos que a veces existe una mayor separación dentro de una clase, que entre ellas, como se desprende del arribismo despiadado en la figura del lacayo Thomas (Rob James-Collier), alma atormentada que se ve forzada a tener que esconder su naturaleza y no hallar con quien compartirla. Ello no obsta, claro está, para que aspectos legales, como el juicio emprendido contra el ayuda de cámara Bates (Brendan Coyle; investigando el crimen no habría desentonado para nada Poirot), basado en pruebas circunstanciales únicamente, sea una injusticia flagrante. Junto a estos aspectos, conviven otros igualmente interesantes, como lo es la bonita historia de amor que se establece entre la joven cocinera Daisy (Sophie McShera) y el lacayo William (Thomas Howes), o momentos inolvidables como el baile con los sirvientes.
La primera temporada (2010) se centra en el asunto de la herencia del mayorazgo (lo que conllevaba que los bienes no podían dividirse), un patrimonio que siempre pasaba al varón primogénito y nunca a las mujeres, además del advenimiento de cambios tanto técnicos (la llegada de la electricidad, el automóvil, el teléfono o el gramófono) como sociales (la legalización del voto femenino o la emancipación de la mujer, plasmada en detalles como la rebeldía en el vestir).
El orden de las cosas, siempre cambiante, para que en definitiva todo siga estando igual, que es lo que suele suceder cuando anda metido de por medio el ser humano (tal y como descubría el príncipe don Fabrizio, Burt Lancaster, en El gatopardo, Luchino Visconti, 1963). La chispa la pone Maggie Smith como la condesa viuda, sobre todo ante ese nuevo despliegue de artefactos, y gracias a una interpretación perfecta.
Maggie Smith |
Ambas temporadas, por fortuna, no se eternizan con multitud de capítulos, saben ir al grano y eso se agradece mucho; están bien desarrolladas, lo que redunda en el resultado global. Esperamos el inminente estreno de su tercera temporada.
A todo aquel que haya disfrutado de Downton Abbey, le recomiendo que vaya a las fuentes, esto es, que visione Arriba y Abajo, y así podrá seguir disfrutando de lo lindo.
PRÓXIMAMENTE: La familia Monster (especial Halloween)
¿Habéis visto la 4ª temporada? ¿Qué os ha parecido? Le dediqué un post a toda la serie tras la emisión del especial de Navidad del pasado día 25. Aquí os lo dejo por si tenéis curiosidad ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2013/12/feliz-downton-abbey-y-prospero-ano-nuevo.html
Un saludo y feliz Año Nuevo!