Durante la Navidad, la publicidad se vuelve entrañable, no entiende de fronteras y nos intenta transmitir el espíritu emotivo tan característico de estas fechas. En nuestro país, obviamente, esto no iba a ser distinto, y por eso en nuestro ciclo navideño hemos seleccionado los anuncios y campañas más recordadas en España durante los últimos años; sin duda, traerán a la memoria de los más nostálgicos aquellos años y recuerdos de infancia y juventud referentes a estas fiestas tan especiales. Canciones, personajes, rostros conocidos o inolvidables mascotas son algunos de los elementos claves con los que dichas campañas han contado en innumerables ocasiones para transmitir un sentimiento de unión y felicidad propios de la Navidad.
El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos.Oscar Wilde
Y es que, sin duda, la música es sinónimo de emoción y de recuerdo, llegando a ser capaz, incluso, de cambiar el estado de ánimo de la persona. Por ello, si la música, la Navidad y el recuerdo van de la mano, ¿cómo no unir todas esas formas? Así, veremos a continuación cómo la música juega un papel clave en la mayoría de campañas de publicidad, sobre todo, en las que hoy nos ocupan: las campañas publicitarias navideñas.
El Almendro vuelve a casa por Navidad. Desde los ochenta, su canción ya es considerada un clásico de cada año, un himno de reencuentro familiar típico en estas fiestas, representante de tantas personas que vuelven a su casa, a su hogar, gracias a que un año más es Navidad. Además, la canción apoya la estructura del anuncio, asociando de manera sutil esos anhelados encuentros con la vuelta del turrón Almendro, otro hecho también inevitable en las fechas que nos encontramos y un dulce más que característico dentro de la Navidad. En el vídeo de arriba podréis encontrar cuatro anuncios de diferentes Navidades, todos ellos con el denominador común de su entrañable canción.
Otro clásico protagonista en la publicidad navideña española son los juguetes. Entre ellos, destacamos este antiguo anuncio que ha tenido repercusión hasta nuestros días: las muñecas de la juguetera Famosa, un spot que mostraba a sus muñecas dirigiéndose al portal de Belén a ritmo de un villancico tradicional, otra canción que llegó a ser insustituible en las campañas navideñas españolas. Sin duda, es una muestra de que la música ha sabido captar la atención del consumidor y despertar su interés hacia el mensaje, haciéndolo inolvidable. Como anécdota, destacar también que el desaparecido dúo cómico Martes y Trece parodió la melodía en uno de sus programas especiales de Navidad, en el que las muñecas se dirigían al portal... pero para pedirle a Jesús Hermida que se callase de una vez.
Aunque este anuncio no tenga firma española, caló muy profundo en la memoria de los telespectadores de nuestro país, ya que, prácticamente, si se nos viene rápidamente la imagen de Papá Noel a la cabeza, es gracias a las clásicas campañas publicitarias de Coca-Cola. La marca de bebidas más conocida del mundo ha realizado muchos anuncios exitosos a lo largo de estas décadas, pero hoy nos quedaremos con uno muy especial, seguramente recordado por muchos por su gran belleza y emotividad.
Pero si ha habido una bebida clásica de la Navidad y que ha proporcionado cada año el toque de glamour necesario en estas fiestas, ha sido, sin lugar a dudas, Freixenet. Desde 1977, sus anuncios creaban año tras año una expectación máxima: estaban caracterizados por durar unos cinco minutos de media, siempre cargados de lujo, rostros famosos (actores, cantantes, deportistas, modelos...), burbujas, brillos y colores áureos. Actualmente, y desde hace un par de años, esa pomposidad se ha visto reducida a una austeridad que encaja más con el telespectador actual y la sociedad cotidiana en la que se ve inmerso, pero, a su vez, pierde esa esencia tan especial que siempre caracterizó a las campañas de Freixenet.
Cómo olvidarnos de anuncios protagonizados por niños en Navidad. Este caso fue bastante representativo en la década de los noventa. Edu era un pícaro chaval con todo el desparpajo del mundo para felicitar las fiestas, y con el que la extinta Airtel encontró todo un filón. Hola, soy Edu, feliz Navidad se convirtió en todo un fenómeno, una frase que se escuchaba continuamente y que se mantuvo a lo largo de los años posteriores, ya que quedó en la memoria de los telespectadores de la época y tuvo distintas versiones en las Navidades venideras.
Lejos quedan ya aquellos años en los que, inevitablemente, relacionábamos la entrada de la Navidad con el entrañable calvo de la Lotería y Apuestas del Estado. Al más puro estilo Matrix, el actor británico Clive Arrindell se hizo tremendamente famoso entre 1998 y 2005 gracias a una serie de spots sobre el sorteo, que, sin duda, calaron hondo en la sociedad española. Todos ellos iban acompañados de una melodía que se hizo característica cada Navidad: At the students cafe, de Maurice Jarre, y que forma parte de la banda sonora de la inolvidable película Dr. Zhivago (David Lean, 1965). La fábrica de sueños, el colosal bombo y sus esferas mágicas son los elementos de este asombroso lugar, ayudantes todos ellos a que, cada 22 de diciembre, los sueños que cada persona lleva dentro se hagan realidad.
Sin duda, si algo está claro, tras haber valorado algunos de los más famosos anuncios navideños en nuestro país, es que sin la música la publicidad tiene muy difícil el poder llegar y transmitir a la gente que la está viendo. Las marcas hablan de valores, emociones y pretenden generar sentimientos de unidad, amor y amistad. Por ello, y cada vez más, la Navidad se hace vital para transmitirlos, dentro de una sociedad carente y necesitada hoy en día de sentimientos de este tipo.
Escrito por Mariela B. Ortega
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