Esta crítica contiene información sobre la trama de los tres libros de este trilogía, divididos según la portada. Estás avisado.
Tras la reseña realizada por nuestra colaboradora Debi del primer libro de esta trilogia (Los Juegos del Hambre) me embarco en una crítica sobre los tres libros como historia en conjunto.
Si todavía no has oído hablar de esta trilogía, tardarás poco en hacerlo, ya sea porque has leído sobre ella aquí, porque algún amigo te la recomienda o porque no han tardado demasiado en plantear (y realizar) una película de la misma.
Primera portada |
Los Juegos del Hambre es la novela de Suzanne Collins que abre esta trilogía, una obra que surge de la idea nacida al mezclar un reality show y una guerra; hechos que no nos son ajenos y que están al alcance de cualquiera que tenga una televisión o conexión a internet.
Situado en el ficticio mundo de Panem, nos pondremos en la piel de Katniss Everdeen, una joven de deciséis años que sustenta a su familia de forma ilegal: mediante la caza que realiza junto a su amigo Gale, encargado de cuidar de su familia como nuestra protagonista. La vida en Panem no es fácil si perteneces a uno de los doce distritos que componen los alrededores del Capitolio, la ciudad que domina con mano férrea al país desde hace más de cincuenta años, cuando, en una época denominada Los Años Oscuros, acabó con la amenaza que suponía el Distrito 13 y condenó a los habitantes del resto de distritos a servir, creando, para contener posibles rebeliones, los Juegos del Hambre: el espectáculo definitivo.
Veinticuatro jóvenes, dos de cada distrito, son enviados a matarse entre sí a la arena de combate, donde sólo podrá quedar uno. Es el reality show que triunfa en el Capitolio y que mantiene su control sobre los distritos. Y, cómo no podía ser de otra forma, Katniss se ve obligada a participar en estos Juegos ocupando el lugar que le hubiese tocado a su hermana pequeña Prim. De esa forma nuestra protagonista, junto al otro elegido, Peeta, se preparará para la aventura de su vida, donde sólo hay dos opciones: el triunfo o la muerte. Así, bajo el lema: ¡Que comiencen los Juegos! se comienza la cuenta atrás para la supervivencia televisada: matar o morir.
Un argumento inquietante que la autora aprovechará como si de un guión de televisión se tratase para enganchar al lector tras cada capítulo. Es la nueva forma de intrigar, de mantener despierto y en tensión, especialmente desde que Katniss comience su participación en los Juegos. Nos convertiremos en la sombra de uno de los tributos, siendo partícipes de las bélicas situaciones en las que se encontrará, teniendo que tomar decisiones para sobrevivir, sin saber en quién confíar y contemplando como, uno a uno, todos los demás caen.
Este libro compone, de esta forma, una historia que podría resultar autoconclusiva, pero que no se cierra del todo, dejando lazos y cuestiones abiertas dentro de las relaciones entre los personajes. La acción frenética, el modo directo en primera persona y el contexto hacen una mezcla apasionante que seguirá haciendo eco en el segundo libro de la trilogía. Muchos podrían quedar satisfechos con saber que Katniss logra sobrevivir a los juegos, y no sólo eso, sino que consigue salvar a su compañero Peeta, sin embargo, otros se preguntarían: ¿y después, qué?
Segunda portada |
Y a esa pregunta trata de responder En llamas, el segundo libro de la trilogía, que nos devolverá a este mundo pocos meses después de los acontecimientos de la anterior entrega, con Katniss como una de las ganadoras de las Juegos del Hambre, pero todavía en peligro por hechos que ha provocado sin ser consciente de ello.
Esta segunda novela continúa con la fuerza de la primera, manteniendo en tensión constante, desde la amenaza del presidente Snow hasta los nuevos Juegos que arrastrarán de nuevo a nuestros conocidos personajes Katniss y Peeta al terreno de juego. Collins logra de nuevo atraernos a este mundo, ver la crueldad con que los hilos se mueven para llevar a su destino a los personajes, pero también nos sacude con sucesos que no tienen explicación, como que otros tributos se unan a Katniss para ayudar que tanto ella como Peeta sobrevivan. Este libro sirve para visualizar lo que será el tercer libro: muertes inexplicables de personajes con lo que no logras implicarte.
Si la muerte de Rue en el primer libro podía arrancarnos alguna muestra de pena, en este libro sólo el hecho de perder a Cinna puede dejarnos con mal sabor de boca, mientras que el resto de personajes no ganan demasiado en estima o la autora no logró que así fuera salvo con contados casos, que serán personajes que continuarán vivos para la tercera entrega, como Finnick.
Algunos lectores podían pensar que iban a disfrutar de unos Juegos tan bien realizados como los del anterior libro, pero aunque pudiera parecer que iba a ser así en principio, después los hechos se van sucediendo demasiado deprisa, el lector, como Katniss, se pierde en las páginas finales sin saber muy bien qué va a suceder. Demasiada confusión en un acelerado deseo de terminar es lo que salpica el final de esta novela, que nos devuelve a nuestra protagonista viva, pero con grandes sufrimientos a su espalda: la destrucción del Distrito 12 y la desaparición de Peeta.
Tercera portada |
Y así llegamos al tercer y último libro: la conclusión de la saga. Esta entrega representa un importante cambio respecto a las dos anteriores, conservaremos la tensión por saber el resultado, pero tendremos a una protagonista demasiado hundida a nivel psicológico y apartada de lo realmente importante. Los caracteres de otros personajes se acrecentarán haciendo que o nos posicionemos a su lado o los detestemos, como puede ser el caso de Gale. Otros personajes, simplemente, parecen desaparecer cuando podían haberse explotado más y mejor, es el caso de Haymitch, el personaje borracho del que siempre esperamos una evolución, pero que en la conclusón podemos observar que sigue siendo el mismo.
Collins parece quedarse sin ideas, y aunque remonta el vuelo con algunas escenas en que nos devuelve a la protagonista superviviente de las otras dos entregas, desciende a otras circunstancias de calidad pobre. Por ejemplo, un error de la autora es privarnos del rescate de Peeta, una escena interesante que tan sólo se queda en menciones, si esperabas la acción de los otros dos libros, aquí pasa desapercibida, se trata más de una evaluación psicológica, donde se dedican páginas y páginas a lamentarse de la situación y a intentar hacer algo antes que a realizar algo realmente.
Algunos personajes que hicieron su aparición en la segunda novela continúan aquí sus tramas, como Finnick, que logra el objeto de reencontrarse con su amada Anne y casarse con ella, uno de los finales que hubiera sido feliz de no ser porque después se sacrifica para ayudar a Katniss. De otros no conoceremos el destino, como es el caso de Johanna, antigua tributo ganadora que servirá de compañera de Katniss durante un tiempo antes de su recaída. O Beete, el último tributo ganador que sobrevivió al libro anterior y que se convierte en el creador de las armas que se emplearán (poco) en esta novela.
Otros personajes tienen pocas intervenciones pese a ser recientes, como es el caso de Boggs, que es un papel que lo hubiera venido muy bien ocupar a Haymitch, pues hubiera sido entonces una gran evolución con un final de lágrimas, pero la muerte de Boggs, aparte de que se plantea como una casualidad, no puede conmovernos: apenas lo conocemos.
El sinsajo, símbolo de la trilogía, que evoluciona en las portadas desde estar encerrado hasta liberarse |
Y de esa forma evoluciona la novela. Los personajes deben ser más fuertes que en anteriores ocasiones, quienes tenían cicatrices de dolor, ahora se sumergen en ácido. Escenas crudas que no son novedad para esta trilogía, pero que siguen sorprendiendo. Aunque Collins no haya aprovechado el potencial que tenía en sus manos, sigue manteniendo ese poder de atracción y esa tensión constante por saber qué pasará. Pero, de pronto, en el final que podríamos esperar apoteósico, sufrimos un parón: mueren personajes que apenas conocemos pero de los que deberíamos conmovernos. Nos recuerdan, en cierta forma, a todos esos tributos fallecidos por culpa de los Juegos a los que apenas conseguimos mantener en la memoria; pero en este caso no mueren durante la mitad de una novela, sino en apenas dos capítulos.
Cuando podríamos esperar algo sorprendente, Collins nos golpea con la inesperada muerte de Prim, personaje al que sí conocemos: aquel por el que Katniss se entregó en los primeros juegos, su hermana pequeña y el principal motivo por el que luchar para un destino mejor. Tras esa escena, caemos en un soporífero estado que nos recuerda a las primeras páginas de esta novela, con la victoria del Distrito 13 y un nuevo estado bajo el mundo de la presidenta Coin. Pero la duda que embarga a Katniss a través del antiguo presidente Snow se hace realidad en la flecha que acaba con Coin y condena a nuestra protagonista a... una bonita vida en el Distrito 12 junto a Peeta, con quien será feliz y tendrá hijos.
La autora de Los Juegos del Hambre nos deja en Sinsajo muy buenas escenas, pero no el final que esta saga podría haber tenido. Collins crea un futuro cruel basado en el presente que vivimos, una sociedad donde una parte de la población, la mínima, no tiene mayor preocupación que la moda y donde el mayor espectáculo es la muerte de otras personas, una clara semejanza al estilo de vida del imperio romano (y del que este libro toma referencias, desde el nombre de Capitolio hasta palabras latinas), pero también al mundo actual, donde una parte de la población tiene una posición mucho más ventajosa que el resto, la mayoría que trabaja para que este mínimo siga manteniéndose así.
Los Distritos, que bien podrían ser otros países, son esclavos que viven con miedo desde una época con unos hechos concretos que nadie recuerda realmente, pero que es como una superstición general: todo el mundo lo cree verdadero. Panem, el nombre que recibe este lugar (que no es otro que Nortamérica en un futuro indeterminado), es la mejor creación de Collins. Después nos dejará vivirlo todo a través de Katniss, un personaje que está en medio de dos opiniones muy diferentes y personificados por dos personajes entre los que deberá escoger en el plano sentimental: Gale (que piensa en la guerra y en provocar el mismo dolor que se ha recibido) y Peeta (pacifista, que prefiere medidas que no perjudiquen a los humanos).
Dibujo de Katniss |
Nuestra protagonista sufrirá y revivirá cada momento de su vida a lo largo de las tres novelas, pero es en esta última, en Sinsajo donde podemos ver realmente cómo es y, sobre todo, qué pasado tiene. Su decisión final la acercará simbólicamente a Peeta, con quien, además, acaba finalmente. Precisamente otro personaje que en la última novela duda de todos sus recuerdos y que establece un juego que los fans de la saga recordarán, consiste en realizar una afirmación y preguntar si es real o no.
Son Katniss y Peeta los únicos personajes en los que podemos ver una evolución clara, los que marcan en realidad las tres novelas. Incluso Gale, el tercero en este triángulo, apenas ha intervenido realmente en las dos primeras novelas, sólo hasta el último libro no vemos realmente su posición en esta historia y que nos deja uno de los últimos diálogos más inquietantes de la obra, con aquella opinión de que Katniss escogerá a la persona con la pueda sobrevivir, aún si no es ninguno de los dos.
El planteamiento era muy bueno, pero Collins vuelve a cometer los mismos errores que ya podíamos ver en la segunda entrega, En llamas: todo está acelerado, parece tener prisa porque sucedan cosas y aunque en principio hay cierta tranquilidad que nos deja buenas escenas, después, en el momento de la acción, todo sucede demasiado deprisa, con personajes que apenas conocemos y que desaparecen tal cual llegaron, dejando sólo un nombre tras de sí. Incluso la que será la nueva líder, Paylor, sólo había tenido dos o tres intervenciones en la obra, lo suficiente como para ver que es mejor persona que Coin, pero poco más.
En conclusión, la trilogía de Los Juegos del Hambre es una lectura amena y que engancha, de estilo directo y en primera persona, pero que parece perder el rumbo en la tercera entrega, aunque deja pensamientos y escenas que permanecerán en sus lectores. Y debo decir, a nivel completamente personal, que me gustó el final, pero no el camino previo que se había tomado para llegar hasta el mismo.
Dentro de un tiempo seguramente volvamos a hablar de Los Juegos del Hambre, porque la película estará para estrenarse. Así que aprovechad antes de que se convierta en una moda para leeroslo y disfrutar de primera mano de esta interesante obra, quizás el cine se desvíe demasiado de su esencia, pero éso, aún, no podemos saberlo.
Escrito por Luis J. del Castillo
Escrito por Luis J. del Castillo
excelente critica, yo pense lo mismo acerca de como lkevaba las muertes demasiado rapido :D
ResponderEliminarCritica muy acertada, para quien se haya leído la saga. El primero y el segundo libro me gustaron mucho, pero en el tercero saca a relucir una personalidad de Katniss que no se preveía en los otros libros. Durante los ultimos capitulos todo sucede demasiado rapido y grotesco, con la muerte de su hermana Prim, el alejamiento de Gale y la adiccion al morphiling, y sus ansias de morir, ademas de que no aparece ninguna conversacion con su madre ni hablan sobre sus sentimientos hacia la muerte de prim.
ResponderEliminarEn apenas unas cuantas páginas se desarrolla la transformación de Katniss hacia el lado positivo, y su eleccion por Peeta, pero sin dejar ningún comentario más sobre sus sentimientos, solo aquellas últimas palabras del final, en las que confiesa que su amor por el es Real.
A mi me parece que es verdad lo que dice, que no ha sacado el potencial de la ultima novela y ha demostrado su prisa por acabar, con lo que he quedado un poco decepcionada con, por ejemplo, el personaje de Haymitch. De todas formas me gusta la trilogia, mas que la pelicula. :)
Estoy de acuerdo contigo en prácticamente todo. Recién leí esta trilogía, bastante después del boom que tuvo, por lo que ya había oído muchas cosas de ella. Aun así, no he visto (ni tengo intención de ver por el momento) ninguna de las películas. Debo decir que lo primero que me llamó la atenció es que se trata de una historia bastante más infantil de lo que me esperaba. Había leído mucho sobre la crítica social que desprende y todo eso pero, a pesar de ser cierto, durante el primer libro no pude dejar de pensar que no deja de ser una historia típicamente adolescente en que una chica se debate entre dos amores.
ResponderEliminarComo tú (y probablemente igual que cualquiera que haya leído las tres novelas), pienso que la primera es la mejor con diferencia. Al principio, cada muerte es única y especial y, sobre todo, tiene un porqué. En cambio, a medida que avanza la trilogía y en especial durante la última parte del tercer libro, las muertes empiezan a sucederse sin sentido alguno. Algunos son personajes puestos exclusivamente para morir, y otros, como Finnick, antiguos y a los que habíamos cogido cierto apego. Entiendo que las muertes sirven para escenificar que realmente es una guerra y que cualquiera puede morir, pero algunas de ellas me resultan simplemente absurdas, sin emoción y sobre todo sin significado. Quiero decir, hay una buena ristra de muertes, que pura y simplemente no afectan ni al final ni al desarrollo de la historia. Entonces, ¿para qué matarlos? ¿qué aportan esas muertes?
También me molesta la escritura en primera persona. Debo decir que por lo general es una elección que me gusta ya que siento que te acerca más al protagonista y te permite sumergirte más en el universo de la novela. Como gran contra, no sabes ni ves nada excepto lo que ve el protagonista. Y eso, en Sinsajo, se lleva especialmente mal. Hay grandes partes de la trama que no ves y luego son resumidas en media página donde Katniss pone "me dijeron que pasó tal". Punto. Sobre todo, aunque no únicamente, me parece horrible que nos perdamos el final de la historia. Por que eso es exactamente lo que pasa. No vemos como termina la guerra ni como se desarrollan las cosas una vez el Capitolio ha caído. En 10 páginas vemos como Katniss pasa de cargarse a Coin a ser enviada de vuelta al 12 donde se casa con Peeta y tiene niños. No digo que sea un mal final, ¡solo que lo resuelve en 10 páginas! Y la madre de Katniss, ¿qué? ¿pierde a una hija y ni siquera va a ver a la otra? ¿Y Gale? Simplemente desaparece del mapa. Aunque no terminen juntos, él y Katniss eran amigos, los mejores amigos, y no vuelven a hablar en la vida. Y Plutarc, en teoría estaba con Coin en lo de la muerte de Prim pero él vive tan campante. La propia muerte de Prim ¿de verdad era necesaria? O Haymitch, personaje con desarrollo 0. Y como ellos un montón de personajes más.
A pesar de mi crítica kilométrica, me parece una trilogía muy recomendable. He disfrutado con ella y probablemente es una lectura que recomendaría. La primera novela es impresionante.
Muchas gracias por tan extenso comentario. Efectivamente, has apuntado a varias claves que ya hace unos años dejé visibles en esta reseña de la trilogía. Coincido contigo en lo que has mencionado, sobre todo la incoherencia del último libro y la falta de perspectiva de todo lo que sucede para llegar al final. Podría haber sido un trayecto más interesante y trabajado, pero se centra demasiado en cuestiones adolescentes y deja en el aire otras ideas que bien podrían haber dado más juego crítico y mayor profundidad a la historia. Por lo demás, vuelvo a coincidir contigo en que la primera novela, pese al tono adolescente, es una obra muy conseguida, una lectura que engancha y que puede emocionar al lector.
EliminarDe nuevo, gracias por tan extenso comentario y una pena que no compartas tu nombre con nosotros ;)
Un saludo,
Luis J.