Chico no conoce a chica. Así empiezan realmente casi todas las historias de amor. Y así suelen permanecer, con suerte, durante mucho tiempo. De hecho, la mayoría de relaciones se acaban precisamente cuando chico conoce a chica, o viceversa. Ésta es la historia de Toscano y Paula, dos almas gemelas que no se conocen de nada, pero que se intuyen demasiado. Se intuyen tanto que están dispuestos a cualquier viaje para encontrarse. Ella, a través de los placeres y servidumbres de una primera cita. Él, a través de un cielo de lo más publicitario y comercial. Y entre ellos, la única barrera que dicen que es insalvable, la muerte, y el único fin que justifica todos los medios, el amor.
Risto Mejide, director creativo publicitario, colaborador de televisión y, ahora, también escritor, es conocido por generar polémica allá donde esté presente. Un personaje que desata pasiones y odios al mismo tiempo, algo de lo que abiertamente presume. Su salto a la popularidad lo protagonizó en Operación Triunfo, donde su sarcasmo e ironía ácida al valorar como jurado a los concursantes se convirtió en todo un espectáculo al margen del propio reality. Su mera presencia eleva el caché de cualquier concurso de talentos en decadencia, como es el caso de su último éxito en televisión, Tú sí que vales, y su conocida sentencia hacia los concursantes «Yo no te compro». Tal y como era de esperar, tras la publicación de El pensamiento negativo y El sentimiento negativo ha quedado patente que su faceta literaria es una extensión de su facilidad de palabra, con el lenguaje audaz y la ironía que le caracterizan. Puede que ésta, su primera novela, nos atraiga hacia su lectura el renombre de su autor, Risto Mejide (su verdadero nombre tras cambiar Ricardo por su correspondiente en finlandés con 18 años, según contó en una entrevista en La Vanguardia), pero terminaremos leyéndolo y disfrutando por la novela en sí.
¿Cómo venderías tu vida si en ello estuviera la llave de las Puertas del Cielo? Ésa podría ser la pregunta clave que ronda en cada página de Que la muerte te acompañe. Una novela de fácil lectura pero de difícil asimilación, tal vez por lo cercano del tema que angustia a Toscano o por la vida cargada de falsas apariencias de Paula. El personaje de Toscano, sobre todo al principio, tiene ligero parecido con la imagen de hombre duro y arisco que Risto muestra en televisión. Pero no sólo en el protagonista, también en la mayoría de personajes podemos ver repartidos ciertos toques del carácter del autor, claves que junto al argumento de la novela, a sus capítulos extremadamente cortos, a la numeración decreciente de sus páginas y a sus citas reflexivas, a veces tomadas de otras obras, hacen de Que la muerte te acompañe un libro verdaderamente peculiar.
Risto nos transforma el hecho metafísico de entrar en el cielo en una metáfora de la publicidad a través de las distintas plantas de El Corte Inglés. Los personajes, cargados de personalidad, nos harán disfrutar del libro y conseguir que nos leamos sus 280 páginas en un abrir y cerrar de ojos.
«Enamorarse es fuego. Un proceso que todo lo quema y todo lo consume, sobre todo a quien lo profesa. Como toda autocombustión, afortunadamente no dura para siempre. Nadie sobriviviría mucho tiempo a esa ceguera, a esa falta de cordura, a esa cerrazón».
Reflexiones como ésta, repleta de fuerza y sentimientos, podemos encontrar en esta novela, junto a Max, el personaje egoísta y vengativo, Toscano y Paula, quienes viven una vida llena de dudas e infelicidad.
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Y tú, ¿lo comprarías?
Escrito por Mariela B. Ortega
No conocía el lado literario de Risto
ResponderEliminarBesos
Yo tampoco conocía esta faceta de Risto, la verdad O.o
ResponderEliminar¡Un abrazo! ^^
Lo he leído y me ha encantado, aunque después de consultarlo con 3 personas más seguimos sin comprender del todo el final. Aún así lo recomiendo!
ResponderEliminarNo se llama Ricardo Mejide, se llama Ebaristo Mejide.
ResponderEliminarEfectivamente, cometimos un pequeño error con el nombre de Risto Mejide al no leer correctamente la información que manejamos: sí se llamaba Ricardo, pero eso fue hasta los 18 años, cuando se cambió el nombre a la "traducción" finlandesa Risto. Aclaramos, además, que no se llama Evaristo, como se le nombró en algunos programas televisivos con cierta sorna :)
ResponderEliminarCreo que risto como escritor deja mucho que desear, "que la muerte te acompañe" es un libro aburrido, no engancha; es la ultima vez que compro un libro de este autor...
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