Cartel de la película |
La historia centra en el mundo de los timadores basándose en la idea de que dos hombres preparan el golpe perfecto, pero dirigido precisamente a un gran timador de Chicago, Doyle Lonnegan (Robert Shaw), en parte propiciado por el ansia de venganza de uno de ellos, Kelly Hooker (Robert Redford) y elaborado gracias a la experiencia indiscutible del otro, Henry Shaw (Paul Newman), para quien este timo es un reto y "la venganza es de imbéciles". Ward se había basado en un hecho real de 1914, aunque modificado por el guionista para la producción cinematográfica. La película fue un éxito en taquilla gracias a crear una historia entretenida y contar con la buena química de dos actores tan carismáticos como eran Paul Newman y Robert Redford, que ya habían trabajado juntos en Dos hombres y un destino (George Roy Hill, 1969).
No obstante, como revelaron los propios actores y el director, no había un excesivo interés en la película por parte de ambos protagonistas, lo que propició un buen ambiente de bromas y humor en las grabaciones, que no se tomaron con demasiada seriedad, pese al obviamente buen resultado.
No obstante, como revelaron los propios actores y el director, no había un excesivo interés en la película por parte de ambos protagonistas, lo que propició un buen ambiente de bromas y humor en las grabaciones, que no se tomaron con demasiada seriedad, pese al obviamente buen resultado.
Paul Newman, George Roy Hill y Robert Redford |
Precisamente el recuerdo del trabajo anterior supuso un escollo para un buen visionado crítico de esta obra. Precisamente hubo quienes observaron en esta película una especie de continuación del anterior trabajo, no tanto por la historia como por la relación de compañerismo entre los personajes de Newman y Redford. Sin embargo, lo cierto es que en esta película no mantienen esa misma relación, sino más bien la de un maestro, Newman como Shaw Gondorff, y un aprendiz, Redford como Kelly Hooker. Además, son pocas las secuencias en las que permanezcan juntos, aunque siempre dé la sensación de que ambos siguen un plan prefijado por ambos. Incluso podemos llegar a dudar de su compañerismo cuando Hooker entabla relaciones con el FBI para capturar a su compinche.
La película es realmente directa, sin detenerse en detalles irrelevantes: todas las secuencias sirven para mostrarnos información acerca del proceso del golpe o de las características y personalidades de los protagonistas, así como de sus vidas. Hay precisamente un homenaje al cine más clásico en la persecución del policía Snyder (Charles Durning) a Hooker, momento genial apoyado por la música de Scott Joplin con los arreglos de Marvin Hamlisch, otro de los aspectos más memorables de la película. Siguiendo con el comentario musical, no podemos dejar de mencionar la pegada The entertainer, que forma parte esencial del éxito del film.
En cuanto a otros recursos empleados por Roy Hill que recuerdan al cine de principios de siglo, podemos observar también que apenas se emplean figurantes o extras en las secuencias, tal y como se hacía en las películas de gánsteres de los años treinta. También la inclusión de cartelas que sirven para dividir los distintos acontecimientos que se suceden en la película, desde su prólogo (Los protagonistas), pasando por los preparativos (El plan, El tinglado) hasta llegar al proceso de la estafa (La trama, El tiroteo) y al propio golpe (El golpe).
Por otra parte, podemos destacar también el hecho de que el espectador también ve engañado las secuencias. Aunque consideremos que estamos al tanto de todos los planes de los dos timadores, lo cierto es que desconocemos gran parte de las razones por las que realizan ciertos actos así como el plan completo hasta el momento en que se ejecuta y todo encaja. La relación amorosa que se da sobre la mitad de la obra entre Hooker y la camarera de la cafetería resultará finalmente más importante de lo que pudiera parecer en la trama. Otras secuencias destacables son la partida de cartas en el tren entre Gondorff y Lonnegan, las persecuciones a Hooker y el clímax final, el momento en que todo se resuelve.
Mencionando a Lonnegan, podemos comentar su característica cojera, que le otorga un aspecto más temible y que fue un hecho casual al accidentarse el actor, Robert Shaw, mientras hacía deporte. Con respecto al resto de actores secundarios (Ray Walston, Harold Gould, Eileen Brennan, Dana Elcar, Robert Earl Jones, Charles Dierkop, entre otros), debemos hacer hincapié en el gran reparto que reunió esta producción para crear una película convincente donde cada uno tenía su momento de brillantez.
Su éxito no solo se quedó en la taquilla, sino que alcanzó un total de siete premios Óscar de diez nominaciones, en un año que había visto estrenos como Malas calles (Martin Scorsese), American Graffiti (George Lucas), El exorcista (William Friedkin), El último tango en París (Bernardo Bertolucci) o Serpico (Sidney Lumet). También le valió una secuela, El golpe II (Jeremy Kagan, 1983), aunque sin tanto éxito ni fortuna como la original.
Aunque la crítica norteamericana se cebó duramente con la película por sentirla muy cercana a la anterior colaboración entre Redford, Newman y Roy Hill, lo cierto es que estamos ante un film digno, que nos muestra precisamente la recreación de todo un timo como si fuera una producción interna, casi metacine. Una película de puro entretenimiento que ya se considera un clásico de los setenta.
Escrito por Luis J. del Castillo
Me encanta Robert Redford y esta película es grandiosa. No me canso de verla. Yo vi una película que se llamaba "Un diamante al rojo vivo" (1972), donde Redford también repite patrón y trata sobre estafas. No sé si la habrás visto, pero yo me sigo quedando con "El golpe". Hasta la música marcó un hito.
ResponderEliminarSaludos
María Bravo
-La boca del libro-
Sin duda, la forma en que está realizada, la personalidad de sus persnoajes, la narrativa de la estafa y la música hacen de esta película algo grande. No conozco "Un diamante al rojo vivo", pero me la apunto :)
EliminarPor otra parte, "Dos hombres y un destino" es, como comento en la entrada, una película de corte similar y con el mismo trío: director Roy Hill y actores protagonistas Redford y Newman. Si no la has visto, quizás también te guste :)
Gracias por pasarte.
Un saludo ;)