Los recién casados John y Jenny Grogan deciden dejar atrás los duros inviernos de Michigan para instalarse en la soleada West Palm Beach (Florida). Los dos consiguen empleo en dos periódicos rivales, compran su primera casa y afrontan los retos del matrimonio. Cuando John le confiesa a su amigo Sebastian que aún no se siente preparado para ser padre, éste le sugiere que le regale a Jenny un perro. Los Grogan adoptan un bonito cachorro de Labrador que, poco después, se convierte en un huracán de 45 kilos que transforma el idílico ambiente familiar que hasta ahora tenían.
La familia y el trasfondo de la película comienzan a tener sentido a partir de esa adopción, junto con la llegada de los hijos de la pareja. La película carece de cualquier tipo de pretensión más allá de la ternura de su historia, reforzada por muy buenas actuaciones de Owen Wilson y Jennifer Aniston, que le aportan frescura a una trama sencilla, con problemas cotidianos: mudanzas por trabajo de la familia, el debate de John entre ser reportero o dedicarse a escribir columnas, y las veces en las que la pareja se plantea renunciar a la tenencia del perro Marley, todo por su carácter incontrolable y el peligro que a veces representa para sus hijos.
El trabajo de los protagonistas es bastante correcto, como ya hemos descatado. Jennifer Aniston encarna a una perfecta madre de familia y una esposa con carácter, un tipo de papel que ya le hemos conocido anteriormente en otras películas. Por su parte, Owen Wilson también destaca por el humor y la comicidad a os que ya nos tiene acostumbrados, pero resultando natural e ingenioso como padre de familia.
En muchas oportunidades, llegamos a sentirnos impotentes junto a esta pobre pareja que debe lidiar con un perro indomable, aunque, finalmente, Marley terminará ganándose el corazón de todos con su enorme ternura. Una historia simpática, entre la comedia y el drama, que más allá de la relevancia del perro, o quizás a partir de su aparición en la historia, llega a establecer una reflexión sobre las dificultades que surgen al intentar formar familia, los planes de futuro y el dejarse llevar por las oportunidades que presenta la vida a la hora de construir ese devenir para una pareja y los hijos.
El amor incondicional por las mascotas es un tema bastante recurrente en las comedias románticas y, a su vez, dramáticas. Porque no todas las personas pueden hacernos sentir tan importantes y únicos como nos puede hacer sentir nuestra mascota. Y en eso destaca Marley: gracias a su ternura y a su amor incondicional hacia su familia, el entrañable perro es capaz de conquistar el corazón de cada uno de sus miembros desde el primer momento.
El amor incondicional por las mascotas es un tema bastante recurrente en las comedias románticas y, a su vez, dramáticas. Porque no todas las personas pueden hacernos sentir tan importantes y únicos como nos puede hacer sentir nuestra mascota. Y en eso destaca Marley: gracias a su ternura y a su amor incondicional hacia su familia, el entrañable perro es capaz de conquistar el corazón de cada uno de sus miembros desde el primer momento.
En definitiva, la película es más que una simple comedia romántica con un perro simpático. Es de esas cuya evolución no esperamos más allá de la broma (y la lágrima) fácil, pero tras la que se esconde una historia que gana al espectador cuando deja al margen un argumento estereotipado y deja ver un trasfondo más profundo.
Escrito por Mariela B. Ortega
Recuerdo haber visto esta comedia romántico hace bastante tiempo, y alguna vez más de pasada en la televisión.Sin duda, es adorable el perrito de esta pelicula; y ambos actores están más que correctos en esta bonita historia, que les viene como anillo al dedo. Gracias por la reseña, un saludo :)
ResponderEliminarYo también la vi hace tiempo y superó todas mis expectativas. Me gustó bastante, la verdad. Y creo que tiene toda clase de sentimientos y emociones.
ResponderEliminarUn saludo
-La boca del libro-