Rose (Barbra Streisand) es profesora de literatura en la Universidad de Columbia. Con una madre y una hermana muy bellas, Rose se considera el patito feo de la familia que no ha logrado casarse, algo que pesa incluso en una mujer tan independiente y culta como ella. Por su parte, Gregory (Jeff Bridges), también profesor de Columbia, pero de matemáticas, busca a una compañera de viaje, con la que poder compartir su vida, pero con la que no comparta relaciones íntimas, ya que, debido a su mala experiencia en el amor, lo considera el factor destructivo de toda relación. ¿Qué mejor combinación para una película romántica, pero sin llegar a ser previsible?
En El amor tiene dos caras (The mirror has two faces, 1996) se van analizando críticamente los diferentes estereotipos sociales en las que muchas mujeres se ven envueltas, además de las ataduras por las que siempre hay que ser la más guapa, atractiva y arreglada, siendo más importante que el resto de virtudes. Pero, al mismo tiempo, se reflexiona sobre el amor platónico y lo irreal de su existencia. Y no porque no exista el amor espiritual, sino porque entre dos personas que se aman, el sexo acaba siendo una de las más gloriosas herramientas de comunicación y expresión del amor.
Poco a poco, la historia nos va mostrando cómo Rose y Gregory desarrollan su relación, cimentándose en la comprensión, confianza y en una profunda amistad, llegando a existir una necesidad mutua. Ella le enseña a dar clase de una manera más atractiva para sus alumnos, y él acaba demostrando ser un romántico detallista, aunque ni él mismo se percate de ello. Durante la primera mitad de la película, podemos disfrutar de la parte divertida de Rose y su familia, además de las anécdotas de Gregory en el amor y en sus clases universitarias. Conforme va avanzando la historia, el papel de la genuina Lauren Bacall como madre de Rose va disminuyendo en importancia, quizás quedando relegado a un segundo plano; no obstante, obtuvo una nominación a los premios Oscar como mejor actriz de reparto.
Su compañero de reparto y coprotagonista, Jeff Bridges, también hace un logrado papel como hombre metódico y correcto, preocupado porque su vida tiene que desempeñarse tal y como lo hacen sus teorías matemáticas. Es el típico profesor caballero, elegante y exquisitamente educado, que esconde también su lado adorable y enternecedor. Tras muchos romances desastrosos con chicas bellas con las que no tenía casi nada en común, tiene en mente que el sexo es el responsable que ha destrozado sus relaciones de pareja, llegando a convencerse a sí mismo de que el amor platónico, el respeto y la amistad son la base ideal para la pareja.
Barbra Streisand, en su trabajo como actriz y directora, demuestra ser muy natural y creíble encarnando a Rose, además de elaborar una película clásica y sencilla: una historia de amor inteligente, sin pretensiones, pero sin caer en lo obvio. Nos quedaremos con la idea de que en el amor no se debe engañar ni imponer reglas ni límites, y que tras las apariencias y el aspecto de cada uno, existe algo de mucho más valioso para los ojos de quien ama. Además, independientemente de las opiniones y de las preferencias de cada espectador por las películas románticas, es reconocible cómo esta película sorprende y agrada tanto a nivel interpretativo, de guión y en banda sonora (también fue nominada a los Oscar). La representación de Jeff Bridges y la pareja que forma con Barbra consigue que se sienta ternura y comprensión hacia esta pareja cinematográfica. Enamora el modo tan sutil de seducción involuntaria por parte de Gregory, admirando, por su parte, la personalidad y cotidianeidad de Rose para todo lo que hace.
Favor aclarar una duda, después de muchl tiempo volvi a ver la película, pero esta vez en la escena donde rose se esta besando con su cuñado me parece ver un reflejo de un hombre en la ventana...si lee este comentario favor confirmar si ese error realmente se dio, ya que he buscado en internet algún comentario al respecto pero no hay ninguno
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