Inauguro esta sección mensual donde analizaremos cortos cinematográficos de una forma amena y completamente personal, analizando los apartados de argumento, actuación y música. Además, pretendemos dar a conocer este cosmos que se encuentra dentro del macrocosmos que es el cine. Al igual que la literatura, que tiene sus microrrelatos, los cortos sólo difieren en duración, pero pretenden contarnos grandes historias en menos tiempo que un largometraje.
La razón de que esta sección sea mensual tiene dos propósitos: mantener una pauta en su publicación dentro de este blog, a diferencia de otras secciones que son mucho más volubles, y proporcionarnos el tiempo para encontrar nuevos cortos que comentar, intentando, además, la colaboración los integrantes de nuestro equipo. Valoraremos, no obstante, como aficionados, pero no expertos, intentando aportar una visión de crítica constructiva, además de admirar lo sobresaliente en cada corto (siempre que lo haya). Aunque no daremos una puntuación, tan sólo la valoración subjetiva de los cortometrajes.
En este sentido, si eres un director de cortos, especialmente si lo eres amateur, y tienes tu video publicado en alguna plataforma, como Youtube, Vimeo o Dailymotion, entre tantas otras, estaremos encantados de analizarlo en esta sección, proporcionando no sólo una crítica, sino, además, una promoción en nuestra página, colaborando para dar a conocer tu obra a más personas. Para ponerte en contacto con nosotros sólo tienes que pulsar el botón de Contacto que encontrarás en la esquina inferior derecha de tu navegador.
Así pues, además de aquellos cortos que nos puedan llegar de vuestra parte, cada mes escogeremos personalmente tres cortos que tengan alguna característica común.
Pero, en esta ocasión, y por ser la inauguración de esta sección, vamos a traer tan sólo dos cortos analizados, diferentes entre sí, pero que quizás comparten el estar realizados por personas no profesionales. Al final os dejo de regalo el corto Steamboat Willie (El botero de Willie), el primer corto animado con sonido, seguramente una de las más conocidas historias iniciales del ratón Mickey (recordando, además, nuestra anterior noticia). Recordamos que nuestra valoración habla sobre el argumento, por lo que es recomendable visionar antes el material.
Así pues, además de aquellos cortos que nos puedan llegar de vuestra parte, cada mes escogeremos personalmente tres cortos que tengan alguna característica común.
Pero, en esta ocasión, y por ser la inauguración de esta sección, vamos a traer tan sólo dos cortos analizados, diferentes entre sí, pero que quizás comparten el estar realizados por personas no profesionales. Al final os dejo de regalo el corto Steamboat Willie (El botero de Willie), el primer corto animado con sonido, seguramente una de las más conocidas historias iniciales del ratón Mickey (recordando, además, nuestra anterior noticia). Recordamos que nuestra valoración habla sobre el argumento, por lo que es recomendable visionar antes el material.
Corto:
Rapiña
Realizado por Dupla Takes, bajo la dirección de Álvaro Sarró y Daniel Sanz
Historia:
La idea original parte de un grupo que debe realizar un corto, como los propios directores en este caso, pero realmente la historia no se centra en cómo hacerlo, sino en cómo solucionar un problema surgido a raíz de este. Los protagonistas deberán pagar una deuda de 20.000 euros y para ello recurrirán a un plan que les llevará a la ruina.
Sin duda, el proyecto es original, aunque pueda resultar surrealista por los acontecimientos que se van desarrollando de forma tan rápida, sobre todo a partir de la mitad del corto, cuando han conseguido el dinero. Se consigue, sin embargo, mantener unos perfiles concretos, como un químico psicópata, que, junto al protagonista, tiene las mejores frases del corto (salvando la excepción de ese "invencibles que te cagas" que no combina con el monólogo -latín incluído- pronunciado anteriormente).
El giro final da una sorpresa al espectador, seguramente ante el personaje más apartado del cortometraje y del que se han dejado pistas a lo largo del mismo mostrando su constante interés por conseguir el dinero, primero aceptando el plan loco de sus compañeros y después pidiéndole que coja el dinero al protagonista.
Así pues, en general, la historia está muy bien realizada, manteniendo la intriga con un guión que cuida parecer natural y algunas líneas muy bien marcadas para según qué personajes.
Actuación y aspecto técnico:
Podemos destacar dentro de estos actores amateurs las realizadas por Álvaro Sarró como Samuel, protagonista de la historia, Daniel Sanz como Keko, el personaje chungo, y la colaboración realizada por Luciano Sarró, interpretando en un principio al profesor. Estos resultan ser los más naturales en sus interpretación. Precisamente Álvaro Sarró y Daniel Sanz son los dos directores del corto, por lo que han estado más relacionados con la historia desde sus orígenes. En el caso de Luciano Sarró, podemos hablar de que, pese a su breve aparición, consigue dar a ese profesor una interpretación adecuada y con los tonos necesarios.
Samuel (Álvaro Sarró), como protagonista y narrador, presenta una interpretación natural y propia del personaje que realiza, proporcionándole una personalidad concreta que coincide con su actuación. En la otra parte, Keko (Daniel Sanz) consigue transmitir la oscuridad, podríamos decir, de su personaje, el más chungo del grupo y el que propone el plan. Aunque en un principio se muestra cuerdo, llegado cierto punto de la historia, cuando el dinero está en juego, tomará su furia para acabar con el químico en un combate que se llevará, de forma excesiva, cerca de un minuto de metraje.
Y siguiendo con el combate que mantiene Keko con el químico, debemos mencionar los buenos efectos que se realizan en las dos peleas producidas, pero sólo en algunos momentos clave. Por ejemplo, la primera pelea realmente no lo parece, siendo sin embargo muy bien realizado el puñetazo final. El caso de la segunda, tiene un buen comienzo, pero después, durante el minuto 19, se mantiene un plano de Keko donde parece estar casi bailando de forma extraña. Justo después se muestra la sangre, pudiendo haber sido Keko maquillado en diferentes ocasiones, para mostrar cómo el químico iba sangrando poco a poco. En otros casos, como el uso del bate o de la pistola, debemos felicitar a este equipo por realizar un uso que, pese a la falta de recursos, proporciona cierto realismo a los objetos empleados. Peor es el caso del maquillaje con sangre, que puede mejorar.
Un aspecto negativo en la interpretación son Ana Moreno y Sergio Moreno. Si bien ambos tienen un peso importante en la trama, siendo Sergio Moreno, como el químico, el personaje con las líneas más marcadas -en este caso, de psicópata- y un buen diálogo, desaprovechado en este caso por una interpretación algo superficial, que pretende mostrar a un personaje ausente, pero que lleva a la sobreactuación. En el mismo caso tenemos a Sara (Ana Moreno) que sobreactúa especialmente en la voz, creando tonos poco naturales y que resultan muy llamativos especialmente en las dos preguntas que realiza al principio y en la llamada telefónica. Quizás su mejor escena es cuando se aleja con el dinero al final, proporciona más mensaje a través del lenguaje corporal que por su voz. Pasa más desapercibido Alberto Rodríguez (interpretando a Álex), con un personaje más lineal, de pocas intervenciones. El diálogo con el químico es quizás la mejor muestra de su trabajo.
Fotografía de uno de los escenarios, tomada por Daniel Sanz de Dupla Takes |
Música:
Sin duda, un aspecto bastante positivo, con buenos efectos de sonido (la pistola es un buen ejemplo) y añadiendo la música en los momentos adecuados. La melodía que acompaña, in crescendo, la escena inicial, resulta perfecta y se coordina muy bien con la sucesión de las imágenes, incluyendo matices algo oscuros que ya anuncian algo de lo que nos vamos a encontrar. Además, en las escenas de acción se han seleccionado tracks que parecen extraídos de películas del mismo género, coincidiendo bastante bien con lo que se nos está mostrando. No obstante, se producen cambios bruscos al desaparecer la música y escucharse mejor el sonido de fondo -siendo pájaros en varias ocasiones al grabar en exteriores-.
Por último, la canción de los créditos deja un buen sabor de boca, pues comienza con la huída de Sara y ese fantástico giro final de la trama.
Corto:
Jueves lluvia
Realizado por Side JF Productions, bajo la dirección de Juan Félix Castaño.
Historia:
Comenzando con una escena que será realmente el inicio de la última, nos introduce en lo que podemos uponer una historia trágica, conseguida a través de los gestos y la música de la introducción. Los motivos de esta escena serán revelados a través de un flashback que nos revelará la historia detrás de lo que acabamos de ver. De forma acertada -pues se trata de un corto- se elude toda la relación a través de pocas imágenes que nos hacen imaginar la buena relación que mantienen los dos personajes. Posteriormente surgirá el problema: el síndrome de Down del futuro hijo de ambos. Este hecho marcará a ambos personajes, que deberán tomar la decisión más importante de su vida. El personaje femenino lo tiene claro como muestran sus líneas, mientras que él, que parecía aceptar la situación, no soporta esa presión y sale a emborracharse. A su regreso realizará un monólogo sobre la igualdad de las personas y cómo realmente no debemos estar orgullosos de haber nacido de una u otra forma, pues eso lo provoca la suerte. El monólogo, sin embargo, contradice sus acciones.
Este hecho nos muestra la confrontación psicológica que el personaje tiene, trazándose así el conflicto de la historia a través de su duda y ofreciéndonos un buen personaje para el corto. Finalmente, tras destrozar la vida de la persona a la que quería y de su futuro hijo, él también muere con el coche. En las escenas finales se nos produce una ilusión: el niño sobrevivió. Esa misma ilusión que la voz en off nos irá transmitiendo en un monólogo final donde nos transmitirá la conclusión de la protagonista sobre lo sucedido. Destacan en el guión ambos monólogos como líneas principales, escaseando realmente otras, pues durante el corto se emplea más las escenas donde se refleja todo por la gestualidad o la música que por la voz, lo que confiere mayor fuerza y emotividad a la producción.
Si bien la historia de la surge es sencilla, el proceso se complica con el enfrentamiento que mantiene el personaje masculino en su indecisión: no puede afrontar su suerte. Pero ya se anunciaba desde el principio que estábamos ante una tragedia.
Actuación y aspecto técnico:
El espíritu del corto es, sin duda, María Castaño en el papel protagonista. Ella consigue transmitirnos desde el principio el sufrimiento, quizás no tan logrado con lágrimas, pero sí con gestos. Un gran trabajo en el que colabora, por supuesto, un buen montaje de luces y fotografía. Además, es la que mejor mantiene su línea y actúa con más naturalidad, quizás en algunas partes un poco sobreactuado, pero consigue transmitir lo que el corto pretende. Diferente es el caso de Miguel Monedero, quien falla al interpretar los diálogos, pues en las escenas donde interpreta gestualmente realiza bien su papel. Pese a la profundidad psicológica de la confrontación de su personaje, en ocasiones no consigue transmitir esa idea, pudiendo resultar el cambio de opinión entre tener o no a su hijo algo que sucede en su cabeza de golpe.
Por último, la canción de los créditos deja un buen sabor de boca, pues comienza con la huída de Sara y ese fantástico giro final de la trama.
Corto:
Jueves lluvia
Realizado por Side JF Productions, bajo la dirección de Juan Félix Castaño.
Historia:
Comenzando con una escena que será realmente el inicio de la última, nos introduce en lo que podemos uponer una historia trágica, conseguida a través de los gestos y la música de la introducción. Los motivos de esta escena serán revelados a través de un flashback que nos revelará la historia detrás de lo que acabamos de ver. De forma acertada -pues se trata de un corto- se elude toda la relación a través de pocas imágenes que nos hacen imaginar la buena relación que mantienen los dos personajes. Posteriormente surgirá el problema: el síndrome de Down del futuro hijo de ambos. Este hecho marcará a ambos personajes, que deberán tomar la decisión más importante de su vida. El personaje femenino lo tiene claro como muestran sus líneas, mientras que él, que parecía aceptar la situación, no soporta esa presión y sale a emborracharse. A su regreso realizará un monólogo sobre la igualdad de las personas y cómo realmente no debemos estar orgullosos de haber nacido de una u otra forma, pues eso lo provoca la suerte. El monólogo, sin embargo, contradice sus acciones.
Este hecho nos muestra la confrontación psicológica que el personaje tiene, trazándose así el conflicto de la historia a través de su duda y ofreciéndonos un buen personaje para el corto. Finalmente, tras destrozar la vida de la persona a la que quería y de su futuro hijo, él también muere con el coche. En las escenas finales se nos produce una ilusión: el niño sobrevivió. Esa misma ilusión que la voz en off nos irá transmitiendo en un monólogo final donde nos transmitirá la conclusión de la protagonista sobre lo sucedido. Destacan en el guión ambos monólogos como líneas principales, escaseando realmente otras, pues durante el corto se emplea más las escenas donde se refleja todo por la gestualidad o la música que por la voz, lo que confiere mayor fuerza y emotividad a la producción.
Si bien la historia de la surge es sencilla, el proceso se complica con el enfrentamiento que mantiene el personaje masculino en su indecisión: no puede afrontar su suerte. Pero ya se anunciaba desde el principio que estábamos ante una tragedia.
Actuación y aspecto técnico:
El espíritu del corto es, sin duda, María Castaño en el papel protagonista. Ella consigue transmitirnos desde el principio el sufrimiento, quizás no tan logrado con lágrimas, pero sí con gestos. Un gran trabajo en el que colabora, por supuesto, un buen montaje de luces y fotografía. Además, es la que mejor mantiene su línea y actúa con más naturalidad, quizás en algunas partes un poco sobreactuado, pero consigue transmitir lo que el corto pretende. Diferente es el caso de Miguel Monedero, quien falla al interpretar los diálogos, pues en las escenas donde interpreta gestualmente realiza bien su papel. Pese a la profundidad psicológica de la confrontación de su personaje, en ocasiones no consigue transmitir esa idea, pudiendo resultar el cambio de opinión entre tener o no a su hijo algo que sucede en su cabeza de golpe.
La doctora, interpretada por María José Maestra, interviene bien en su papel, aunque el guión es algo escabroso en esa escena, aportando algo de confusión al diálogo hasta la aclaración final. Falla ligeramente la aparición de laca Nelly en un estante del centro de salud, pero es algo perdonable como un descuido. Y por supuesto, a Francisco León Hernández sólo cabe decir que consigue aportar lo que se pedía: una gran muestra de cariño hacia el personaje interpretado por María Castaño en esa imagen que, fundida en tonalidades blancas, nos crea la ilusión nostálgica de un futuro que no ha sido posible, y que realmente concluirá en la exaltación de furia y en el duro monólogo con el que se despide el corto.
Técnicamente, cabe destacar la fotografía. Juan Félix, el director, consigue colocar la mira de la cámara en el paisaje justo. A destacar las imágenes del principio, las del coche de juguete, las de lluvia y el atardecer del final; además de un montaje que es suave y, sin complicaciones, consigue ser bueno. Quizás algunos errores en las escenas de la relación al principio, sobre todo en esa mirada de flechazo. A mejorar, quizás, el cuidado con el escenario, como ya mencionamos con el centro de salud.
Música:
En este caso se ha recurrido a varias canciones que aportan lo requerido para las escenas que acompañan. Intensa la melodia inicial que recoge nostalgia y melancolía en ese piano de Untitled 3 del grupo Sigur Ros, a quien recurre con otras dos canciones muy bien escogidas. En todo caso, la música consigue el objetivo: hacer llegar al espectador mejor los sentimientos o las emociones que los personajes denotan.
Hubiera sido un trabajo más elaborado crear música concreta para el corto, pero dada la dificultad de esto, se ha realizado un buen trabajo con las canciones escogidas para las escenas.
Cabe mencionar el hecho de que algunas escenas de este corto fueron censuradas por maltrato animal, como podemos observar a partir del minuto 5. Fue estrenado en 1928.
Y con esto terminamos esta presentación, el próximo mes esperamos ser mas homogéneos en los cortos seleccionados.
Escrito por Luis J. del Castillo
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