Si nunca llego a despertar, de Javier Yanes

Si nunca llego a despertar es la esperada novela del escritor madrileño Javier Yanes. Tras el éxito de su primera obra, El señor de las llanuras, logró obtener un aclamado reconocimento, no sólo en nuestro país, sino también internacionalmente en lugares como Holanda, Italia o Polonia. Este brillante y espectacular debut supone que esta segunda novela de Yanes tenga asegurado el respaldo del público dentro y fuera de nuestras fronteras.

Si nunca llego a despertar, cuya evocadora portada abre el preludio a la infancia de Toño

Javier Yanes nació en Madrid en 1968. Pronto comenzaría a practicar sus dos pasiones que se ven reflejadas en su obra, escribir y viajar. Ha sido biólogo y periodista de viajes, y actualmente ejerce el periodismo en la prensa diaria. Reside en Torrelodones, en la sierra madrileña, y siempre que puede se escapa a Kenia, su paraíso personal; unas conexiones que podemos observar también en su obra. Esta vez, el escritor también regresa a África, escenario ya tomado en su primera novela. Kenia es el paraje anhelado por el protagonista, Toño, y se trata del lugar escogido para celebrar el día de su boda. Allí se reencontrará con Estela, su hermana pequeña, con quien recordará su niñez antes de que ella naciera. Horas antes de su boda, rememorará los momentos felices, sus aventuras llenas imaginación y fantasía y aquellos otros momentos amargos de cuando él era niño. En estos recuerdos oníricos están también sus hermanos Miguel y Nicolás, además de sus padres, un sinfín de travesuras y el que sería el gran amor de su vida.

Javier Yanes, escritor de El señor de las llanuras y Si nunca llego a despertar 

¿Quién no ha vivido una infancia llena de aventuras, magia, peligros, héroes de película, piratas imaginarios y tesoros escondidos?

 

Todos estos recuerdos son rescatados del mundo vivido en aquel verano tan inolvidable para él. Un sueño del que no quiere despertar por la alegría y nostalgia que Toño aún mantiene hacia su infancia. Un mundo maravilloso que exploraba como si éste nunca fuera a tener fin. Un universo lleno de vida y de luz que, sin embargo, sumergió a Toño en un sueño del que no quiso despertar jamás. Pero despertó.

Es en esa frontera entre realidad, sueño y pesadilla donde se desarrolla la mayor parte de la trama, cuyos capítulos arrancan siempre desde la misma premisa: Desperté. A partir de ahí, y durante 12 capítulos, un intermedio y un emocionante epílogo, nos adentramos en el recuerdo de aquel inolvidable verano de la mano de Toño, dando entrada a los iconos de la infancia de los tres hermanos: héroes, piratas y tesoros escondidos, en donde Indiana Jones o Batman son casi dos personajes más de la novela. Una frescura infantil que narra la infancia de hace veinticinco años, una generación cuya forma de vida es hoy día bastante difícil de encontrar, debido al cambio de mentalidad que hemos experimentado y al avance de nuestra sociedad, en la que los niños prefieren la televisión o los videojuegos antes que salir, explorar y vivir aventuras que provengan de su propia imaginación.

Indiana Jones, intepretado por Harrison Ford, todo un ídolo para el protagonista y sus hermanos

Al contrario que la de su primera novela, El señor de las Llanuras, con más de 60.000 ejemplares vendidos, la estructura de Si nunca llego a despertar desconcierta desde el primer momento. Cada capítulo está datado a X días restantes de un acontecimiento clave que no se desvela hasta el final. 

Con un lenguaje sencillo, con innumerables toques de humor y con una acción directa y mágica, todo ello traducido en una lectura amena y ligera, Yanes es capaz de envolvernos en un halo de sueños, acontecimientos y creatividad propios de cualquier niño. Una nostalgia que pretende transmitir haciéndonos recapacitar sobre la mentalidad y el espíritu de ese niño que, debido al paso de los años y a las circunstancias vividas, una vez perdimos. Según comenta el propio Yanes: "De África te enamoras como de una persona, encuentras lo que ibas buscando sin saberlo. En la novela, el verano, los sueños, los viajes y la infancia, todo significa lo mismo: libertad. Romper la rutina, dejarse caer en lo inesperado, en cosas que no siempre controlamos, que unas veces emocionan y otras duelen. Todo viaje es como volver a ser niños".

Sin duda, una novela más que recomendable, en la cual descubriremos un profundo transfondo social y psicológico gracias a los pensamientos que pasan por la mente pueril y cándida del protagonista. En este viaje, nos preguntaremos qué hubiera ocurrido a nuestro alrededor si nunca hubiésemos llegado a despertar. Aprenderemos que nuestra vida puede cambiar para siempre en un instante y, a veces, sin que podamos remediarlo. Descubriremos que, pese a ello, nuestra infancia y todas las aventuras que en ella pudimos recrear aún perduran en nuestra vida, y que recordarla supone aprender de todo nuestro pasado para seguir adelante en armonía con nosotros mismos y con los que todavía nos rodean. Y, así, poder llegar despertar.

Escrito por Mariela B. Ortega