Noticias: Crónica de Cántame un cuento, espectáculo de Sietemásuno

Hace ya dos años os hablamos del octeto vocal Sietemásuno en nuestra sección Descubriendo, en aquel tiempo el grupo estaba apenas iniciando su andadura, actuando por primera vez en el verano de 2012 y continuando hasta nuestros días con diversos conciertos por la provincia granadina, como la inauguración del Festival de Cine Clásico Retroback en febrero de 2013 o su participación en la Noche en blanco de la capital con el estreno de una de sus producciones, así como algunos conciertos en la costa, esencialmente en Almuñécar, y en pueblos limítrofes como Atarfe, aunque también ampliaron fronteras a Jaén. Durante este tiempo podemos contar con la baja en el grupo de la contralto María Concepción Cortés Domínguez y el bajo Antonio Jesús Molina Henares a la vez que se incorporaron la alto Ana María Pérez Jiménez y el bajo Héctor Elías Márquez Fornieles.

 En todo este tiempo, el octeto ha proseguido con su propósito de adaptar y recuperar la música del siglo XX en sus estilos principales hacia una formación exclusivamente vocálica. En todo este tiempo han presentado algunas producciones como And the Winner is..., que suponía un recorrido por las canciones galardonadas (o nominadas) a los Oscar en la modalidad de Mejor canción original, que se implantó a partir de 1934; Meet the Jazz, donde concentran todo el repertorio en torno a clásicos de este género músical, además del swing y la bossa nova; All you need is... Swing propone precisamente la unión entre dos géneros: el jazz y el pop, incluyendo el paso del primero por el cine junto a otros artistas clásicas del género y a The Beatles como representantes y referentes del pop mundial; finalizan estas producciones Luces, cámara... Canción, un espectáculo que acoge varios referentes musicales del cine de muy diverso estilo y los agrupa en una única producción que incluye la proyección de escenas cinematográficas.

Podemos observar cómo cine y música han ido acompañados en el desarrollo de este grupo, que en su nueva producción, presentada el pasado sábado 31 de enero en el Auditorio Manuel de Falla de Granada, abre los brazos a toda la familia, especialmente a los pequeños de la casa. Partiendo de la factoría Disney, acogen algunos de sus títulos clásicos junto a algunos más modernos y los combinan con algunas canciones de su repertorio. Además de destacar la voces de sus componentes, que preparan con mimo cada interpretación, podemos señalar la variada labor en innovación y teatralidad que otorgan a su espectáculo, por no mencionar la dedicación de cada uno de sus miembros a la consistencia de la actuación.

Fotografías de MB, montaje de LJ

En el concierto inaugural de Cántame un cuento, Sietemásuno comenzó con magia, con la magia de La Cenicienta (1950) y su Bibidi Babidi Bu, para la que contaron con el Coro de la Escuela de Música de Alfacar. Iniciado el hechizo, no se detuvo hasta el intermedio. Durante este primer acto nos adentramos en otras películas Disney como El libro de la selva (1967) y su tema Lo más vital, Pocahontas (1995) y la canción Colores en el viento, donde la soprano Patricia Marín Yanguas, acompañada en escena por cuatro niños del Coro, defendió la letra actuando a la par que brillando con su voz, y la más reciente Frozen (2013), que conllevó el disfrute de los más pequeños al poner sobre la tarima uno de sus temas más populares, Suéltalo, donde el peso lo llevó la joven alto Ana María Pérez Jiménez, que ilusionó a todo el público y levantó una multitud de aplausos con el tema. Sin duda, debemos destacar el hecho de que varios de estos temas hayan sido arreglados por los propios miembros del octeto, este último caso bajo las manos de Héctor E. Márquez, mientras que gran parte del repertorio se corresponde a la labor del director de la formación, José Antonio López.

Precisamente suyo es el arreglo del tema final del primer acto, Sing sing sing, que estuvo acompañado del baile de la Escuela de Danza Urbana BassMove. No faltó tampoco un espectacular Soul bossa nova reproducido completamente por voz, pieza que siguió en el programa a la interpretación de un estupendo Pretty woman, encabezado por el tenor José A. López con un gran ímpetu y un agradable ambiente humorístico entre el resto de compañeros. Si la toma de contacto fue suficiente para mostrar la gran valía del octeto y su solvencia en el escenario, el segundo acto se cargó de espectáculo y emoción.

Colores en el viento, Pretty Woman, Suéltalo y Sing sing sing (Fotografías de MB)

De nuevo junto al Coro, y tras una bonita dedicatoria a sus primeros fans no familiares, interpretaron Yo voy a ser Rey León, de la película El rey león (1994), donde José A. López puso voz a Zazú mientras sus compañeros ambientaban la canción y los niños respondían como el joven Simba. De manera seguida, y con la aparición de una mesa para la ocasión, interpretaron la canción When I'm gone, de Anna Kendrick, conocida por el efecto de percusión hecho con vasos de plástico, que ellos también realizaron en un cuarteto que mantuvo la precisión y el tempo incluso cuando uno de los vasos se cayó. Un tema al que supieron otorgar aún más fuerza que a la pieza original. A la estupenda interpretación de I got rhytm siguió la canción del clásico Disney La Bella y la Bestia (1991), Qué festín, encabezado por el bajo Héctor E. Márquez, quien dotó de una gran personalidad su interpretación para goce y disfrute de todo el público, sin duda una excelente combinación entre música y teatro en el que fue el número que mejor supo mantener el sello humorístico de la noche.

Bésala (Fotografías de MB)

Al despliegue anterior siguió la emoción intensa de un tema como Into the west, conocido por ser parte de la banda sonora de El señor de los anillos (2001-3), una canción delicada pero con gran fuerza que fue defendida por las cantantes del grupo, a destacar el tramo final realizado por la soprano Ruth Obermayer. Tras la intensidad femenina, el retorno al humor de los componentes masculinos del grupo, que trataron de convencer a uno de los niños del Coro de que Hay un amigo en mí, convirtiendo el tema de Toy Story (1995) en una canción por relevos a cada cual más hilarante, una forma brillante de repartir la canción sin que esta pierda su encanto.

No obstante, la sorpresa de la noche la obtuvo la interpretación del tema de La sirenita (1989), Bésala, que llevó a una joven del público al escenario para interpretar a Ariel en un banco junto al niño de la canción anterior. Lo que comenzó siendo una experiencia humorística, concluyó en el cambiazo del niño por el novio de la joven, que al concluir el tema le pidió matrimonio, llevándose la ovación del público (incluimos aquí el aplauso merecido a la interpretación del octeto) y un sí que, suponemos, será inolvidable.

La magia de la noche concluyó con Let the river run, uno de los clásicos del grupo que no debería faltar nunca, y Bajo el mar, con José A. López en la voz del cangrejo Sebastián, momento en que el escenario acogió a todos los niños que habían participado en el espectáculo y el octeto puso el broche final a una noche de estreno muy especial, incluyendo como bis el tema con el que abrieron el concierto Bibidi babidi bu, en lo que fue un cierre redondo y mágico. Antes de concluir, debemos mencionar al resto de integrantes: el tenor David Leiva Alonso, que además de dirigirse al público en momentos concretos de la actuación, mantuvo su habitual sonrisa y defendió con soltura y humor todos los temas, la alto Rosa Plata Guerrero, a quien debemos agradecer el esfuerzo, sobra decir que muy bien realizado, dado su notable embarazo, por el que no podemos más que darle la enhorabuena, y el bajo Pablo D. Fernández, que apenas un día antes estaba superando un constipado, pero que mantuvo el nivel y pudo compartir sus tonalidades graves con todo el público.

When I'm gone, Qué festín, Into the west y Hay un amigo en mí (Fotografías de MB)

La naturalidad que Sietemásuno desprende en el escenario, no solo en la voz, sino también en el contacto que mantienen entre ellos, se contagia al público. Quienes hemos observado su evolución en el escenario podemos comprobar con agrado que la seguridad, pese a los nervios, está cada vez más presente, incluyendo además la ausencia de partituras en escena, lo que les acerca al público, y la introducción de elementos más interpretativos y humorísticos, que han estado presentes, pero que se han agudizado en este último espectáculo, lo cual es de agradecer por todo el esfuerzo que conlleva aparte de la preparación musical. Si tienen oportunidad de verlos, no se los pierdan. Saldrán encantados.

Escrito por Luis J. del Castillo