Ambientada en el Londres contemporáneo durante los dos meses anteriores a las fiestas de Navidad, Love Actually, dirigida por Richard Curtis, entrelaza una serie de divertidas y conmovedoras historias que conforman en una sola, pero con muchos puntos culminantes en el día de Navidad. El amor, ese gran embaucador, iguala a todos a la hora de complicarles la vida, actuando como hilo conductor de todos ellos. Los amores y las vidas de todos estos londinenses se mezclan y entrecruzan con resultados románticos, divertidos y agridulces para todos los que han tenido la suerte o la desdicha de enamorarse.
Mientras que el nuevo primer ministro británico (Hugh Grant) se enamora de una de las mujeres de su gabinete (Martine McCutcheon), un escritor (Colin Firth) descubre que su novia (Sienna Guillory) le es infiel con su propio hermano, por lo que decide marcharse hasta el sur de Francia, donde conocerá a su nueva asistenta (Lucía Moniz). Una mujer felizmente casada (Emma Thompson) empieza a sospechar que su marido (Alan Rickman) le es infiel con su secretaria (Heike Makatsch). Por otra parte, una joven recién casada (Keira Knightley) no comprende la actitud arisca del mejor amigo de su marido (Andrew Lincoln). También descubriremos cómo un padrastro viudo (Liam Neeson) decide ayudar a su hijastro de once años (Thomas Sangster) a conquistar a la chica más popular de su colegio. Al mismo tiempo, una ejecutiva (Laura Linney) decide dar el primer paso con otro compañero de trabajo del que lleva tiempo enamorada (Rodrigo Santoro). Y, como broche a esta mezcolanza de historias, un viejo rockero (Bill Nighy) prepara su reaparición estelar de una forma muy peculiar. Todas ellas son algunas de las vidas y enredos que descubriremos en esta película, protagonizada por un amplio elenco de grandes actores.
El nombre de Richard Curtis está estrechamente ligado como guionista a algunos de los mayores éxitos taquilleros británicos de los últimos tiempos, como Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill y El diario de Bridget Jones que, además de compartir protagonista (Hugh Grant) y una infalible fórmula comercial, tienen en común a Curtis como guionista, a las que ha aportado su talento para hacer un humor indiscutiblemente inglés que parece haber calado positivamente tanto en el mercado británico como en el internacional.
Love Actually, primer film dirigido por Curtis, se desarrolla en un constantemente salto de una historia a otra, conformando un puzzle que resulta sencillo de seguir gracias a la fluidez con la que se van sucediendo las escenas, siendo la precursora de películas de este estilo como Historias de San Valentín o Noche de fin de año, ambas dirigidas por Garry Marshall. Así, la estructura de la película consigue su objetivo de enganchar el interés del espectador, lo que permite mantener una cierta capacidad de sorpresa. Su propuesta y su mensaje son tan amplios que puede llegar a contentar a un amplio número de espectadores.
Con diez historias en juego a la vez, es posible que nos acabemos sintiendo identificados con alguna en especial: podemos interesarnos por la aparentemente relación imposible entre un recién nombrado Primer Ministro y su cándida asistente personal (una relación parecida a la que ya se mostraba en El Presidente y Miss Wade), reconocernos en las dudas de una insegura Laura Linney, incapaz de declararse a su compañero de trabajo, o sufrir con el mejor amigo de un recién casado que guarda un secreto inconfesable.
Curiosamente, las historias que más atraen en Love Actually son las menos originales; muchos de los mejores momentos de la película los deparan la historia de amor maduro que protagonizan la excelente pareja formada por Alan Rickman y Emma Thompson, amenazada por los coqueteos de él con una tentadora secretaria. También conmueve ver los torpes intentos de Liam Neeson por restablecer la comunicación con su hijastro tras la terrible pérdida de su madre y los momentos más divertidos están a cargo de la historia del viejo rockero, un tipo muy peculiar que intenta volver al estrellato con una versión navideña de Love is All Around; casualmente, el tema principal del film ya mencionado Cuatro bodas y un funeral.
En cualquier caso, Love Actually es una comedia dinámica que no aburre en absoluto y que se beneficia de sus excelentes intérpretes y de una serie de momentos en los que logra emocionar al espectador gracias a la sencillez y al devenir de las vidas de los personajes. Otro de los puntos a favor para destacar es, sin duda, apariciones fugaces pero sumamente divertidas como la de Rowan Atkinson, que provoca una sonrisa con su sola presencia. Además, la música también está muy presente en la película, desde su maravillosa introducción con la versión instrumental de Love Is All Around, pasando por Wherever You Will Go, de The Calling, o el conocido tema Here With Me, de Dido, que acompaña a una de las escenas más inquietantes de la película.
Es por ello por lo que se la logra distinguir de muchas otras comedias románticas, ya que su mensaje acaba siendo un llamamiento al optimismo y a la superación. Todo un reto que debemos superar y que es perfectamente transmitido y realizado por cada uno de sus personajes. En definitiva, una película perfecta para estas fechas y para ilusionarnos en esta noche de Reyes. Porque, si prestas suficiente atención, descubrirás que, realmente, el amor está en todas partes.
Love Actually, primer film dirigido por Curtis, se desarrolla en un constantemente salto de una historia a otra, conformando un puzzle que resulta sencillo de seguir gracias a la fluidez con la que se van sucediendo las escenas, siendo la precursora de películas de este estilo como Historias de San Valentín o Noche de fin de año, ambas dirigidas por Garry Marshall. Así, la estructura de la película consigue su objetivo de enganchar el interés del espectador, lo que permite mantener una cierta capacidad de sorpresa. Su propuesta y su mensaje son tan amplios que puede llegar a contentar a un amplio número de espectadores.
Con diez historias en juego a la vez, es posible que nos acabemos sintiendo identificados con alguna en especial: podemos interesarnos por la aparentemente relación imposible entre un recién nombrado Primer Ministro y su cándida asistente personal (una relación parecida a la que ya se mostraba en El Presidente y Miss Wade), reconocernos en las dudas de una insegura Laura Linney, incapaz de declararse a su compañero de trabajo, o sufrir con el mejor amigo de un recién casado que guarda un secreto inconfesable.
En cualquier caso, Love Actually es una comedia dinámica que no aburre en absoluto y que se beneficia de sus excelentes intérpretes y de una serie de momentos en los que logra emocionar al espectador gracias a la sencillez y al devenir de las vidas de los personajes. Otro de los puntos a favor para destacar es, sin duda, apariciones fugaces pero sumamente divertidas como la de Rowan Atkinson, que provoca una sonrisa con su sola presencia. Además, la música también está muy presente en la película, desde su maravillosa introducción con la versión instrumental de Love Is All Around, pasando por Wherever You Will Go, de The Calling, o el conocido tema Here With Me, de Dido, que acompaña a una de las escenas más inquietantes de la película.
Quizás, Love Actually sea una película que, poco a poco, acabe abrumando al espectador, sobre todo debido al ligero desconcierto que puede causar en él tras sucederse un gran número de personajes y de historias cruzadas en tan poco tiempo. Además, es evidente que el mundo no es tan de color de rosa como nos quiere mostrar el film, algo que no suele encantar a todo el público y que cuyo sentimentalismo no siempre es del gusto de todos.
Love Actually es, en realidad, una abreviatura de Love Actually Is All Around. Éste es, precisamente, el argumento de la película: en cualquier sitio al que mires, el amor es el motor y es la fuerza impulsora de nuestras vidas. Desde los primeros ministros hasta las viejas estrellas del rock, desde una fría directora de colegio hasta una asistenta portuguesa que no conoce otro idioma; la película presenta aspectos divertidos, tristes y estúpidos del amor en todas sus formas y tamaños. Ese es el verdadero encanto de Love Actually: su mensaje.
Es por ello por lo que se la logra distinguir de muchas otras comedias románticas, ya que su mensaje acaba siendo un llamamiento al optimismo y a la superación. Todo un reto que debemos superar y que es perfectamente transmitido y realizado por cada uno de sus personajes. En definitiva, una película perfecta para estas fechas y para ilusionarnos en esta noche de Reyes. Porque, si prestas suficiente atención, descubrirás que, realmente, el amor está en todas partes.
Escrita por Mariela B. Ortega
la veré... pero hoy no... hoy toca otra.
ResponderEliminarSaludos!
Es una película que vi cuando la estrenaron y luego otras tres veces más. Me encantó. Es emotiva, tierna, cercana y está rodada impecablemente. Además, todos los actores están en su punto. Después ha habido muchos intentos de comedias románticas similares, pero no han cuajado. kisses
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