Un clásico que quizás no nos resulte familiar, pero que forma parte del amplio espectro de novelas estadounidenses que se han ganado este adjetivo en su país con el paso del tiempo. Después de todo, tiene como trasfondo una serie de acontecimientos que compone uno de los hechos históricos más recordados por Estados Unidos: los felices años veinte que acabaron en el célebre crack del 29.
El autor, F. Scott Fitzgerald, pertenece a la denominada Generación pérdida de EE.UU., junto a otros escritores como Hemingway, Dos Passos o Cummings, y está considerado como uno de los grandes retratistas de la sociedad estadounidense de principios del siglo XX.
Precisamente, supo mostrar el desencanto de la juventud de su generación en plena época del jazz así como plasmar la hipocresía bajo la que se erigía la sociedad que le rodeaba. De forma reciente, algunas de sus obras han sido trasladadas al cine, como sucedió con su relato El curioso caso de Benjamin Button (1921), que fue libremente adaptado en 2008 por el director David Fincher. Ahora bien, una de sus obras más célebres es la que hoy comentamos: El gran Gatsby (1925).
Francis Scott Fitzgerald |
La historia de la novela es narrada por uno de los personajes, Nick Carraway, que nos contará su propia historia durante la época en que se cruzó con el misterioso Gatsby, un extravagante caballero que se dedica a celebrar fiestas dilapidando grandes cantidades de dinero; pero, ¿quién es Gatsby y cuáles son sus propósitos?
Fitzgerald, a través de los ojos del joven emprendedor Nick, nos presentará a los personajes que serán la clave de esta novela: el matrimonio Buchanan, compuesto por Tom y Daisy, el matrimonio Wilson, compuesto por George y Myrtle, la joven Baker y, por supuesto, el propio Gatsby. Según avanza la novela se va desvelando, a través de diferentes capas de conocimiento, el pasado de Gatsby, y las razones por las que acabó siendo quien era y buscando la oportunidad perdida años atrás en el amor. La novela puede ser analizada desde distintos puntos de vista. Por ejemplo, se puede considerar que El gran Gatsby es una gran historia de amor, teoría que se refleja en la adaptación cinematográfica de 1974 que protagonizaron Robert Redford y Mia Farrow. Sin embargo, desde otra perspectiva, esta novela es una crítica al tipo de vida de la época, dada a la inmoralidad o a la diferencia clasista que provocaban crisis en las relaciones personales.
Dentro del psicoanálisis, por ejemplo, se encuentra como punto común en el análisis de los personajes el miedo a la intimidad, es decir, el temor de los personajes a que otros los conozcan en profundidad. De esa forma, Daisy mantiene su relación con Tom pese a sus infidelidades porque así no tiene una pareja que intime con ella y se siente, por tanto, protegida. Igualmente, Tom, gracias a su relación con Daisy consigue cierta posición social y mantiene su ego masculino a través de sus amantes, con las que tan solo tiene relaciones breves y distantes.
En el caso de Gatsby, este personaje impide que cualquier otro llegue a conocerlo de forma completa, ni siquiera la persona de la que está enamorado. Nick, nuestro narrador, nos muestra que él es también distante en sus relaciones, incluso al contarnos al principio que viaja hacia la costa este de EEUU escapando de una relación anterior.
Estructuralmente podemos percibir una serie de bloques organizados manteniendo un equilibrio: dos historias diferentes que se unen al final para provocar una resolución conjunta. En los capítulos intermedios, por ejemplo, podemos encontrar la narración del pasado de Daisy y del pasado de Gatsby, uniéndose en el siguiente capítulo en el presente.
De esa forma, la novela entera mantiene una presentación de personajes junto a una siguiente narración de hechos que concluyen en una final donde se unen el pasado de los personajes junto a los hechos acontecidos a lo largo de la novela. Precisamente la novela transcurre en el periodo de los meses de verano.
En conclusión, tenemos una novela que nos adentra en un periodo de paz entre las dos guerras mundiales que nos demuestra la miseria que abundaba en la sociedad desde sus relaciones personales hasta las relaciones de las clases sociales; incluso nos muestra cómo el tener dinero no era suficiente en una sociedad donde las antiguas familias ricas mantienen el poder y son el referente de los nuevos ricos que quieren abrirse paso entre ellas.
La escritura de Fitzgerald es sencilla y comprensible, haciéndola una novela de lectura fácil aunque de comprensión más compleja, dado el carácter de los personajes representados. Se ha considerado incluso que el propio autor reflejaba sus vivencias y su forma de ser en la novela, dividiéndose entre un personaje de carácter romántico, Gatsby, y otro más realista, Nick.
La cuestión final queda invadida por el realismo pesimista que conformó la literatura de la época, en la que no podemos olvidar a otros grandes autores, como Kafka, que mostraban que, pese a haber terminado la Primera Guerra Mundial, esta había llevado al pesimismo a los habitantes del mundo. Pesimismo que en pocos años podremos ver en nuestras pantallas en una nueva adaptación protagonizada por Leonardo DiCaprio. Cabe preguntarse si logrará mostrar los temas más complejos de la novela o se enfocará, como en la adaptación de 1974, en la historia de amor.
¡Qué gran artículo! :) el libro de El gran Gatsby cayó en mis manos hace unas semanas, y me gustó bastante.
ResponderEliminarSaludos!
¡Magnífica crítica!
ResponderEliminarHay que ver...y yo estudiandomelo para el examen del lunes! saludos y enhorabuena a todos por el blog ;)
ResponderEliminarExcelente crítica
ResponderEliminar