Amaral, un viaje hacia lo salvaje

Amaral comenzó su andadura musical en el año 1992. Eva Amaral y Juan Aguirre, componentes del dúo, se conocieron en un estudio de grabación en Zaragoza. Eva, por su parte, tocaba con su propio grupo, llamado Bandera Blanca. Juan hacía lo mismo con el suyo, Días de vino y rosas, el cual colaboró con el grupo de Eva en una canción. A partir de ese momento, surgió inmediatamente una estrecha relación entre ambos, y lo que empezó como un juego de colaboraciones musicales, se convirtió en una auténtica realidad conjunta.

 

El nombre del grupo fue idea de Juan, quien tomó el apellido de Eva a pesar de que ella, en un principio, no lo aceptaba. Ambos comenzaron tocando en bares y locales de su ciudad natal, Zaragoza. Estuvieron juntos cinco años antes de ser nada y, una vez que allí conocieron el éxito, se unieron a una serie de músicos que les ayudarían en su andadura. En aquel entonces, decidieron probar suerte trasladándose a Madrid. Así fue cuando, tras sonar sus canciones una y otra vez en la radio, Eva y Juan firmaron por la discográfica Virgin en el año 1997. Entonces, en algún momento hace quince años, decidieron quedarse en Madrid.

Ya no sólo empezaban a ser conocidos en Zaragoza, sino que interpretaban sus propias canciones en pequeñas salas alrededor de nuestro país. Realizaban conciertos acústicos y llegaron a hacer de teloneros de artistas consagrados del panorama musical español. Un año más tarde, en 1998, salió a la venta su primer álbum, Amaral. Con temas como Voy a acabar contigo o No sé qué hacer con mi vida, Amaral se fue abriendo paso entre la escena musical y fue ganando seguidores por toda la geografía española. 

En el año 2000, y tras realizar una gira de presentación con su primer disco, Amaral graba en Londres su segundo álbum, titulado Una pequeña parte del mundo. Con casi 100.000 copias vendidas, este disco supone el despegue definitivo de Amaral al panorama pop-rock español, del que podemos destacar temas de una gran calidad como lo son Cómo hablar o Cabecita loca; canciones que aún hoy siguen presentes en la memoria de muchos seguidores del pop español. 

Pero la fuerza de Amaral aún daría mucho de qué hablar. Dos años más tarde, Estrella de mar es la responsable de la consagración definitiva del dúo zaragozano. Con una gira que se extendió en más de 200 conciertos, su tercer álbum se convirtió en el disco más vendido del año 2002, con más de dos millones de copias vendidas.

Además, lograron con él una gran cantidad de premios, entre los que destacan un MTV European Music Award al Mejor Artista Español y 5 Premios de la Música. Sin ti no soy nada, Te necesito, Toda la noche en la calle o Moriría por vos serían los inolvidables y célebres éxitos del álbum, convirtiéndose en verdaderos himnos que no pueden faltar en el repertorio de cualquier concierto de Amaral.

Tras este triunfo sin precedentes, Amaral pretendió subir el listón con Pájaros en la cabeza, su cuarto álbum de estudio, publicado en 2005. De nuevo, consiguieron alcanzar la gloria, siendo de nuevo el álbum más vendido de ese año. Con casi un millón de discos vendidos, El universo sobre mí, Días de verano, Marta, Sebas, Guille y los demás, Resurrección y Revolución sonaron con fuerza durante todo ese año dentro y fuera de nuestras fronteras, alcanzando con ellos la culminación de una carrera repleta de éxitos.

Eva y Juan comenzaron el año 2008 versionando A Hard Rain's a-Gonna Fall, de Bob Dylan, de quien también fueron teloneros. Su versión se tituló Llegará la tormenta, y fue elegida la canción promocional para la Expo Zaragoza 2008. Meses más tarde, salió a la venta el quinto álbum del dúo bajo el título Gato negro ♦ Dragón rojo. Se trata de un doble disco que cuenta con 19 canciones y del cual se extrajeron cuatros sencillos: Kamikaze, Tarde de domingo rara, Perdóname y El Blues de la Generación Perdida. Además, destacamos que, en este disco, Juan canta por primera vez como voz principal en el tema Es sólo una canción.

El álbum consiguió directamente entrar al número 1 de la lista oficial de los álbumes más vendidos en España, consiguiendo además su primer Disco de Platino en sólo siete días y el Premio de la música al Mejor álbum en 2009. Un año más tarde, y cerrando el ciclo de Gato Negro ♦ Dragón Rojo, Amaral publicó La barrera del sonido, un álbum que contiene el concierto grabado en el Palacio de los Deportes de Madrid, cerrando de esta manera una etapa para dar inicio al nacimiento de una banda nueva en el próximo álbum de estudio.

Y así fue como nació Hacia lo salvaje. Para este sexto álbum, los zaragozanos han decidido autopublicarse retomado el sello discográfico que crearon en el año 2007, Discos Antártida. Grabado entre su propio estudio madrileño y Casadios, propiedad del productor gallego Juan de Dios Martín, Eva Amaral y Juan Aguirre vuelven con un estilo menos Amaral que del que nos tenían acostumbrados.

El disco comienza con una inmejorable carta de presentación: el tema homónimo Hacia Lo Salvaje, un canto a la libertad y la esperanza que evoca cierta rabia y rebeldía, con la que buscan el regreso a un instintivo estado animal. Eva y Juan nos trasladan a esa búsqueda de instintos animales gracias a la historia de una tortuga, como podemos ver en su videoclip:

A partir de ahí, descubrimos un disco que muestra esa bipolaridad de Amaral entre ciertos temas pop-rock y otros sonidos mucho más acústicos. Quizás nos pueda dejar algo fríos tras oírlo íntegramente por primera vez, pero poco a poco podremos destacar la calidad y el característico sonido que nos ofrece Hacia lo salvaje, sintiéndonos identificados con muchos de los fragmentos que de él podemos rescatar. Aunque las guitarras son la base de la mayoría de las composiciones, encontramos un amplio abanico de matices que evocan aires folk, como el caso de Antártida, un sonido íntegramente pop como en Esperando Un Resplandor, o un rock más country en Van Como Locos.

Para Eva Amaral, «Hacia lo salvaje supone un viaje hacia lo desconocido, a lo misterioso y a volver a la esencia del ser humano. Es como una huida de la civilización realmente para ser mucho más civilizado que en el lugar que vivimos ahora, que lo hemos vuelto un poco inhumano».

Concierto de Amaral en Granada. Fotografía de MB

Los momentos más destacables del disco son los fragmentos acústicos y folk, en los que el protagonismo se lo llevan las melodías de Juan y la cara más natural de la voz de Eva. Así, tenemos ese cuento del transeúnte, Robin Hood; esa reflexión sobre el recuerdo a un ser querido, Olvido; Cuando suba la marea, un canto a la melancolía del desamor, y Hoy ese el principio del final, el tema que nos evoca al sonido más característico del pasado de Amaral. Sin duda, ellos conforman cuatro de los grandes temas de este disco.

Actualmente, se encuentran inmersos en su gira Hacia lo salvaje, la cual cerró su primera parte en Granada el pasado 24 de febrero para tomarse un pequeño descanso y emprender rumbo a tierras sudamericanas. Sin duda, una merecida pausa a uno de los grandes directos a los que podemos asistir dentro del panorama musical actual. Una gran puesta en escena, una inmejorable calidad sonora e instrumental y, por supuesto, la espectacular y desgarradora voz en directo de Eva, la cual recordó de manera entrañable, en su actuación en Granada, cómo hace años atrás tocaba humildemente sus canciones a las puertas del mismo recinto que ese día conseguía llenar dentro. Por suerte, a finales de abril volverán para continuar la gira europea, actuando en ciudades tan importantes como Londres o París.

En definitiva, Hacia lo salvaje está formado por doce canciones que no suenan tan contundentes como en álbumes anteriores, pero que aún así logra liberarse de artificios rockeros y electrónicos. Con ello, consiguen mostrarnos de un modo más maduro, íntimo y alternativo doce historias llenas de crudeza, miedo, reivindicación o tristeza, pero sin perder un ápice de liberación y esperanza. Porque, lejos del olvido, todos esperamos ese resplandor de libertad.

Escrito por Mariela B. Ortega