Enero siempre ha sido un mes alicaído en nuestro blog, el invierno invade nuestras vidas tras la Navidad y quizás es justo el momento en que más necesitamos un respiro de la actividad frenética de unas vacaciones invadidas de diferentes ocupaciones y una rutina que regresa sin darnos tregua. Aprovechamos esta sección para que toméis un descanso con tres cortometrajes seleccionados por nosotros. Hemos buscado tres interesantes reflexiones que recorren temáticas trascendentes del ser humano, con un tratamiento poco típico en los cortos ya vistos en nuestra sección. A destacar que los tres cortos se reparten tres colores: gris para el primero, azul para el segundo y verde para el tercero.
Como colofón fidedigno de esta introdución, os repetimos la invitación que os hacemos, para que nos envíes vuestros cortos y podamos analizarnos y promocionarlos gratuitamente -aceptando nuestras críticas, por supuesto- a través del botón de Contacto.
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Corto:
¿Por qué desaparecieron los dinosaurios?
Escrito y dirigido por María del Mar Delgado y Esaú Dharma.
Historia:
Como un documental, una voz en off nos narra los avances científicos del futuro con un gran descubrimiento: los planetas espejo. Estos cuerpos permiten descubrir los misterios del ser humano y se responde a la principal pregunta: ¿qué hacemos aquí? Una respuesta que nos la dan los autores del corto con las palabras finales. El ser humano es definido aquí como curiosidad, creatividad, imaginación.
Se juega con la idea de que descubrir las respuestas de nuestros pasados nos llevaría a dejar de ser como somos. La cuestión sería hasta qué punto esta afirmación es cierta, aunque sirve perfectamente para los intereses de los directores y también al público, habiendo cautivado en varios festivales y estando nominado a los Goya. Aunque discutible su razonamiento, pues no todas las respuestas a nuestras preguntas están en el pasado, no deja de ser una propuesta perfecta para alentar a la curiosidad, a los valores de la creación artística y de la investigación. Porque, como bien podemos concluir de este corto, uno de los principales motivos de nuestra vida es la búsqueda de respuestas, a descubrir.
Se juega con la idea de que descubrir las respuestas de nuestros pasados nos llevaría a dejar de ser como somos. La cuestión sería hasta qué punto esta afirmación es cierta, aunque sirve perfectamente para los intereses de los directores y también al público, habiendo cautivado en varios festivales y estando nominado a los Goya. Aunque discutible su razonamiento, pues no todas las respuestas a nuestras preguntas están en el pasado, no deja de ser una propuesta perfecta para alentar a la curiosidad, a los valores de la creación artística y de la investigación. Porque, como bien podemos concluir de este corto, uno de los principales motivos de nuestra vida es la búsqueda de respuestas, a descubrir.
Actuación, aspecto técnico y música:
Un factor importante en el corto es la voz en off, que debe funcionar como la voz de un documental. La función la cumple, aunque quizás le falta algo de calidad en el sonido. No hay realmente más actuación, salvo la breve intervención de Ángel Cuevas como científico, que en las ocasiones en que he revisionado el corto me ha parecido ir descuadrado con el audio, ignoro si para dar sensación de doblaje o por fallo técnico.
En el otro lado, encontramos la animación, que resulta algo tenebrosa, en blanco y negro, lo que da cierto aspecto de antigüedad pese a la modernidad que se trata de representar. Recuerda, y posiblemente con acierto, a los films antiguos de ciencia ficción. Sin duda, una minuciosidad que, como falso documental, funciona y que parece haber dotado a sus directores de varias alegrías.
En el otro lado, encontramos la animación, que resulta algo tenebrosa, en blanco y negro, lo que da cierto aspecto de antigüedad pese a la modernidad que se trata de representar. Recuerda, y posiblemente con acierto, a los films antiguos de ciencia ficción. Sin duda, una minuciosidad que, como falso documental, funciona y que parece haber dotado a sus directores de varias alegrías.
Corto:
La ruta natural
Dirigido por Álex Pastor Vallejo, guión de Martí Roca y Álex Pastor. Producido por la Escola Superior de Cine i Audivisuals de Catalunya.
Historia:
La ruta natural nos propone un viaje a la inversa. Un corto cuyas secuencias nos son narradas al revés, como la vida que pretende mostrar. Uno puede sonreír ante el divertido juego que se plantea, con nombres trocados para la ocasión, un palíndromo como título y los personajes rejuveneciendo por momentos. No estamos ante un planteamiento original, la vida al revés ha sido retratada en diversas ocasiones, la más conocida en estos últimos años seguramente sea la película El curioso caso de Benjamin Button, basada en el relato homónimo de Fitzgerald (aunque pocas coincidencias encontremos entre ambas obras).
No obstante, eso no deja de darle mérito a este cortometraje que cumple con su propósito y que en los diez minutos que dura nos hace reflexionar sobre la destrucción, la creación, las relaciones humanas y el valor de las cosas. Es un mundo al revés que hace plantearnos nuestro mundo a la derecha.
Aspecto técnico, actuación y música:
La voz en off, varonil adulta de nuestro tiempo, nos narra en primera persona su biografía, en una larga reflexión sobre los acontecimientos más importantes de su vida justo desde el último momento, sea el verdadero o el inverso. La voz de Carles Pastor que da vida a las actuaciones mudas de Pere Ventura (Divad adulto) y el resto de actores que intepretan esta historia con el único instrumento de los gestos y las expresiones. Los efectos de sonido, la sucesión de imágenes al revés, nos sumergen en la ilusión de una historia que consigue su propósito. Quizás un corto de poca luminosidad escénica, solo la escena de amor en la playa (junto a otras excepciones más breves) huye de esos azules oscuros entre los que estamos en la mayor parte del metraje, y quizás hubiera estado bien detenerse en más aspectos del argumento. No obstante, es un cortometraje y, dentro de sus límites, está bien realizado.
Respecto a la música, solo cumple como acompañamiento y cierta tenebrosidad en los créditos. Este corto tiene cierta predilección por el silencio y la voz en off, compañeros más fieles de los tonos oscuros que ocupan el corto.
Corto:
What is that? [¿Qué es eso?]
Dirigido por Constatin Pilavios, escrito por el director y Nikos, producido por MovieTeller films.
Historia:
Una lenta introducción nos lleva al patio de una casa donde padre e hijo están sentados. Y el corto nos proporciona una lección sobre la importancia de los padres, en general, esos grandes pacientes que también nos piden paciencia para ellos. En un breve diálogo, el corto desprende fuerza y moraleja, y nos ordena prácticamente a mirar interiormente y reflexionar en nuestras actitudes cotidianas.
Hay serenidad y contundencia en la actitud de un padre contra el nerviosismo de una vida adulta del hijo. Son contrapuntos que se revelan en la simple forma de sentarse y hasta en la antítesis de colores de sus camisas.
Actuación, aspecto técnico y música:
Solo dos actores donde debe caer todo el peso. Un impasible y entrañable Nikos Zoiopoulos que, como padre en el corto, nos transmite la mirada de un hombre serio, severo en la voz, pero en cuyas palabras se revelan las virtudes de la paciencia y el amor de un padre. Panagiotis Mpougiouris se lleva la reprimenda y sabe expresar bien su papel. Quizás la lectura del diario del padre podría haberse realizado mejor, pero ante mi desconocimiento del griego, no añadiré nada más.
El corto viaja entre tonos verdes, la naturaleza por la que el padre y el hijo preguntaron. La cámara siempre enfoca al lugar preciso, con planos normalmente generales de la escena. La música es empleada al pirncipio para transmitirnos ya desde el comienzo un cierto nivel de nostalgia con la melodía adecuada. Volverá a aparecer tras los gritos del hijo para llamar la atención sobre el comportamiento del padre, sustituida por los ruidos naturales de la escena hasta ese momento. Vuelve tras la lectura del hijo, que produce un cambio de actitud hasta en la melodía, que resulta trascendental: el mensaje ha sido dicho y la reflexión sobre estas palabras queda en el espectador.
Escrito por Luis J. del Castillo
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