Podéis leer una nueva reseña realizada en 2015 de este clásico en este enlace
"Porque la vida es sueño, y los sueños, sueños son"
La obra está compuesta por 3.319 versos (de los cuales 2.943 son octasílabos). En toda la obra se palma la magia, la incertidumbre de Segismundo de qué es verdad y qué es sueño. Y que, de ser sueño, actos nobles y buenos ha de hacer. Según el libro:
¿Quién no ha oído esa frase alguna vez? Todo el mundo se ha topado con esa frase del gran Calderón de la Barca, pero pocos son conocedores o lectores del autor.
El centro de toda la obra es Segismundo, un personaje que simboliza el ser humano en todo su esplendor. Se le ve desgraciado en un principio, a causa de que está encarcelado, sin saber siquiera quién es realmente. Solo conoce de su identidad su nombre. Luego, este personaje evoluciona, y el lector, que en un principio se compadecía de él, acaba sintiendo repulsión, puesto que pasa de ser un personaje castigado, a un noble tirano.
Todo ello a causa de ser el hijo de Basilio, rey de Polonia. Las estrellas habían predicho que su hijo Segismundo sería cruel, y por eso lo había encerrado. El hijo del rey estaba custodiado por Clotaldo, un sirviente de la corte.
Hay otros personajes en la historia aparte de Basilio, Clotaldo y Segismundo. Astolfo es el que, si Segismundo es un noble cruel, tomará el trono, casándose con su prima Estrella, una mujer de carácter. Astolfo siente especial interés por Rosaura, un personaje entrañable de la obra. Una mujer dulce. Entra dentro del canon de la mujer del siglo XVII: sumisa, bondadosa. Pero luego se torna fuerte y segura, cosa que rompe en ocasiones con lo era el símbolo de la mujer al que los lectores del momento estaban acostumbrados.
También hay otro personaje que no goza de gran importancia en casi toda la obra, que es, al principio, el acompañante de Rosaura, llamado Clarín.
[Un vídeo de una representación de La vida es sueño]
Nos muestra la ilusión y lo aparente de la realidad misma. Una realidad que se muestra como verdad y ésta como adecuación a lo que realmente existe, de lo cual no se puede afirmar si es o no es más que sueño.
Sin duda alguna, una obra maestra, donde todos los personajes tienen fuerza y carácter.
Expondré aquí una de las partes que más me gustan, son versos de Segismundo.
SEGISMUNDO [...] Sueña el rico en su riqueza, que más cuidado le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Escrito por Victoria del Castillo "Debi"
Hola Debi, estoy leyendo tu blog aquí pues lo pusiste en megustaescribir (donde aún no has subido nada, pero no importa, ese sitio estará construido por un carpintero porque las cosas aparecen y desaparecen por arte de magia).
ResponderEliminarEn fin sólo quería comentarte que me causó una sonrisa ver cómo describes a Segismundo como un tirano, pues yo en mi memoria lo tenía como un personaje redimido al final de la novela, cuando (si mal no me acuerdo) prefiere tomar la decisión correcta, que va en contra de sus sentimientos. Pero bueno, quizás tenga que releer la obra, ya han pasado algunas primaveras desde que me senté en un banco de la secundaria.