Que el cine se ha alimentado de las fuentes literarias para sus obras es un hecho del que nadie duda. Adaptaciones que recibieron la crítica mirada de los espectadores que habían leído y disfrutado de aquellos personajes en el papel, para verlos ahora en el rostro de algún actor o, en otro caso, de alguna animación. Esta tendencia que vino representado no sólo obras clásicas (como han podido ser las numerosas películas basadas en el Cid Campeador, las diferentes versiones de Cumbres Borrascosas o las numerosas adaptaciones de una de las obras insignes de Shakespeare, Romeo y Julieta), sino que, últimamente, han comenzado a tomar obras “best-seller”, teniendo en cuenta el considerable seguimiento de aficionados a estas novelas que abarrotarían los cines; una estrategia que ha tenido su éxito no sólo trayendo buenas películas y adaptaciones, como fue la trilogía de El Señor de los Anillos, sino que también ha conseguido un efecto contraproducente: primar más el éxito en taquilla que la calidad no sólo de las adaptaciones, sino de las propias obras literarias.
Pese a todo, esta corriente de adaptaciones, que no es novedosa pero que ha dado buenos frutos a los productores, ha continuado. Este mismo año nos hemos despedido de una de las sagas que más películas ha dado a luz: Harry Potter, y lo hace con un listón bastante bueno, después de una serie de películas que, en mayor o menor medida, han intentando seguir la estela del mundo literario creado por Rowling.
Sin embargo, os voy a hablar de un fenómeno distinto que se está produciendo en estos últimos años y que puede dar frutos en un futuro: las adaptaciones a la pequeña pantalla, la televisión. Dada la densidad y complejidad de ciertas obras, una serie de televisión amplia los horizontes más allá del metraje de una película, que en adaptaciones suele ser como máximo de 180 minutos (3 horas), pudiendo profundizar mejor en la trama de la obra literaria.
Sin duda, es una opción muy favorable con buenas ventajas como esta oportunidad de aumentar los detalles de las diferentes tramas que pueden componer una novela o una saga, en especial cuando ésta tiene un gran número de páginas o cuando se trata de una serie de novelas unidas con diferentes argumentos complejos. Además, el nivel de adaptación puede ser más fiel al trabajo del escritor. No obstante, no debemos olvidar que los presupuestos para estas series es, normalmente, inferior que para una producción de un largometraje, sobre todo si este puede ser altamente rentable. Aún así podemos estar ante productos de buena calidad, superiores o iguales que alguna de estas películas.
En esta estela nos centraremos en dos series de televisión, en el primer caso una miniserie y en el segundo una serie que ya ha confirmado una segunda temporada. Hablamos de las adaptaciones de Los Pilares de la Tierra de Ken Follet, y de la saga Canción de Hielo y Fuego, de George R.R. Martin.
En el primer caso, estamos ante la obra más conocida de Ken Follet, un best-seller que se diferenciaba del resto de novelas del autor y que ha tenido una gran acogida por parte de los lectores desde su aparición en 1989. Esta novela histórica, de la que seguramente muchos habréis oído hablar o habréis leído, fue trasladada a la televisión en forma de miniserie de 8 capítulos, una elección afortunada para una extensa obra de más de 1200 páginas. Aunque alteraba elementos de la obra literaria pareció conservar bien el espíritu de la novela y este estilo pareció gustar a los espectadores vírgenes o no en la lectura del best-seller. Ahora bien, uno de sus puntos flacos, y que no se supo aprovechar, fue la profundidad que se le podría haber dado a los personajes, que, en cierto punto de la miniserie, comienzan a galopar por el metraje sin apenas una evolución clara.
En el segundo caso de nuestra entrada, nos adentramos al laberinto de la Canción de Hielo y Fuego, esta popular saga creada por George R.R. Martin que ha cautivado a numerosos lectores desde su aparición en 1996 con el primer tomo, Juego de Tronos, de los siete que, según el autor, compondrán su obra. En España podemos disfrutar de las cuatro primeras novelas, habiéndose publicado la quinta en Estados Unidos recientemente. La novela de aire fantástico sumerge al lector en una contienda política por el poder en el mundo recreado por Martin y al que se le da el nombre de Poniente (en las traducciones españoles), un universo medieval oscuro donde la magia no parece tener virtudes positivas como pudiera verse en otras obras similares. En la cadena HBO se han arriesgado –y con éxito- a hacer esta adaptación en forma de serie de televisión. Tras un primer capítulo soberbio y digno de producciones superiores, nos dejamos invadir por la historia de Juego de Tronos, nombre que se le da a la serie. Los seguidores pueden felicitarse por el anuncio de la segunda temporada, renovación de esta serie, mientras que otros pueden disgustarse al saber de los recortes que habrá de tener la tercera temporada si quiere abarcar una novela tan extensa como es Tormenta de Espadas, cuya mejor opción sería hacer dos temporadas para adaptarla con mayor fidelidad. Y a los lectores, sólo nos queda esperar los dos libros que cierran la saga mientras disfrutamos de esta serie que parece seguir los pasos marcados por el autor de la saga en sus novelas.
Y ya sólo queda preguntarse, ¿cuál será la siguiente adaptación que veremos en la pequeña pantalla?
Gran artículo sobre las adaptaciones de televisión. Es cierto que últimamente he estado viendo (sobre todo en Cuatro) adaptaciones de grandes obras como las ya mencionadas.
ResponderEliminar¿La próxima? Quien sabe, lo importante es que sigan siendo tan buenas como hasta ahora.
Cierto es que los diferentes best seller que han ido saliendo han tenido su película o su serie, y sin duda me quedo con éste artículo y las series.
ResponderEliminarUn film solo puede captar dos horas y media de escenas, que puede ser la mitad del libro, o solo esencias, lo cual no queda tan bonito como el minucioso y laborioso trabajo de una serie de televisión.
Seguramente por los lares americanos y británicos habrá más series de libros, y ojalá algunos los trajeran a España.
La próxima es todo un misterio, que solo un director y varios productores saben, Jujuju.